Las fiestas a las que ibas de chavito, en las que te enfundabas tus ‘mejores prendas’ (que eran unos jeans y una camisa a cuadros amarrada a la cintura), tomabas un chesco, te embutías de papitas y medio le echabas el ojo a Paty o a Raúl, ya valieron.
Ahora la chaviza ha optado por meterle más candela a sus chestas y no se han conformado con echarse un faje en el patio de la casa con Paty o con Raúl, sino que también le han metido, digamos, un poco más de color.
Lo que viene siendo la técnica
Ya les hemos platicado de otras modas sexuales que causaron furor en diferentes partes del mundo (lean por aquí), pero quizá no eran tan coloridas como ésta.
Resulta que ahora la muchachada entre 11 y 13 años no sólo incluye papitas y chescos, sino que mete drogas, alcohol y sexo, mucho sexo en lo que ahora denominan como ‘fiestas arcoiris’.
Las niñas se pintan los labios de diferentes colores cada una y realizan sexo oral a los chicos. Quien tenga más colores en el pene, gana. En algunas ocasiones, los premios van desde efectivo y en otras, el mero reconocimiento de que el chamaco en cuestión, es el ganón.
La historia
En la primera temporada de la serie ‘Huff’, de 2004 a 2005, en el capítulo llamado ‘Lipstick on your panties’ se vio esta controvertida práctica en televisión. En ella, el hijo del personaje principal acude a una de estas fiestas. Al día siguiente, descubren labial en su ropa interior, y al cuestionarlo, él les cuenta sobre lo que sucedió la noche anterior. O sea que la práctica no es tan nueva, pero a últimas fechas se ha puesto de moda en países como Perú.
De hecho, muchas de ellas se anuncian por redes sociales, aunque se promocionan para mayores de edad. Pero si uno se fija detenidamente, los comentarios de cada post los hacen menores de edad preguntando por la sede de la fiesta, el día y la hora.
Lo peliagudo del asunto, es que en estas prácticas los chavitos se van como hilo de media y se enrolan en prácticas sexuales de riesgo como sexo sin protección, violaciones y por ende, embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
Y bueno, lo peor, creer que tener sexo oral sin protección no implica ningún riesgo. Desafortunadamente también se pueden propagar ETS, pues quién le asegura a uno que el chico o la chica tenga alguna laceración o que el chamacón eyacule en la boca de alguna de ellas.
No es para rasgarse las vestiduras, pero sí es para platicar con los chicos de estas edades para prevenirlos de contagios o de un compromiso (como hijos) a tan temprana edad. Digo, más vale prevenir que amamantar o rascarse por toda la vida.
