¿Crees que tu vida sexual es motivo de envidia de Nacho Vidal, el actor porno español —no te hagas el que no lo conoces—? ¿Crees que tu pareja se siente absolutamente complacida(o) por todo lo que le haces durante los contoneos nocturnos? ¿No crees que te estás mintiendo? Porque, sinceramente, lo más probable es que no hagas ciertos movimientos que podrían hacer que el sexo de cada día sea mucho mejor.
Podrás ser el mejor para dar sexo oral; saber de memoria todas las posiciones sexuales o haber recorrido los hoteles más novedosos de la ciudad, pero si no haces esto, estás frito.
Ya, diablos, ¡díganme de qué se trata!
Les hablamos a ustedes, los hombres. Ok, no a tooodos ustedes, pero sí a la gran mayoría. Precisamente les lanzamos este mensaje al 95 por ciento de los chamacones que leen estas líneas. Según la sexóloga Elsy Reyes, sólo el cinco por ciento de los hombres se acurrucan con sus parejas después de jadear un rato durante la noche (o la mañana o la tarde).
Pero, ¿por qué evitan esto? ¿qué pasaría si lo hicieran? ¿el mundo cambiaría? Bueno, el mundo quizás no cambiaría, pero tu vida sexual, sí.
¿Por qué no les late?
Porque están cansados, así de simple. Después de echar patrulla, los hombres pasan por el periodo refractario (aquí les explicamos qué es) y eso hace que no quieran hacer nada más. Acto seguido: te dan la espalda y comienzan a emitir unos ronquidos similares a un rotomartillo. Les vale pitos si sus chicas quieren unas caricias o un momento de ternura y caramelo.
¿De qué se están perdiendo?
Uy, de mucho. Aquí les damos algunos puntos al respecto que fueron corroborados por Loretta Graziano Breuning, autora del libro “Hábitos de un cerebro feliz”:
1. De tener un mayor vínculo con la pareja: sí, suena muy cursi, pero es la verdad. Toquetearse libera oxitocina, la hormona del amor. Esa que te hace sentirte en las nubes y que todo lo puedes lograr. Por favor, ¿quién podría negarse ante esta maravilla natural?
2. De dormir como un bebé: (y no nos referimos a bebés recién nacidos que despiertan cada tres horas, nos referimos a bebés que duermen a pata suelta). ¿Recuerdan la oxitocina que mencionamos anteriormente? Bueno, pues además de hacerte sentir cariñoso hace que bajes la guardia. Es decir, te sientes seguro, sin broncas ni peligros. La mejor manera de dormir toda la noche.
3. De expandir tu habilidad para confiar: ojo, no nos referimos a que te tomen el pelo, sino a que te sientas confiado de tu pareja. El hecho de tocar a tu pareja hace que la oxitocina fluya y que, por ende, tus neuronas se conecten. Tu cerebro capta el mensaje: puedes confiar en esto, así que: ¡a darle!.
4. De aliviar tu dolor: ¿te duele la cabeza? ¿te duele el coração? ¿te duele todo el cuerpo de tanto vacila’o? Acurrúcate. Cuando abrazas a tu pareja liberas endorfinas, las hormonas de la felicidad que ayudan a mitigar los efectos de tus infinitos dolamas.
5. De tener menos enfermedades: al sentirse seguro, feliz y confiado, tu cerebro le dará un #PonteALasVivas a tu sistema inmunológico y evitará a toda costa las enfermedades que te acechen.
6. De adelgazar: seguramente dirán: “ay, paren de mentir”, pero es cierto. La oxitocina hace que le bajes al nivel de tus antojos y que dejes de echarle fruta a la piñata. Si a esto le aúnas una previa sesión de sexo desenfrenado, en un mes podrán decir: ¡Gisele Bundchen (o David Beckham), quítate que ahí te voy!
Así que, chicas/os si sus parejas les dan la espalda después de echarse un quiebre, rólenle este artículo y pongan en evidencia de lo que se están perdiendo. Verán que habrá una diferencia.