Entro a google, escribo la palabra “sextuitera” en el buscador (aparecen resultados más “útiles” que insertando su versión masculina), obtengo links que me llevan a textos sobre sextuiteras polémicas, otro habla del arte que significa ser una de ellas, uno más enumera a las mejores, e incluso hay un manual que “te enseña” a convertirte en una. Después de eso comienzan los chistes, las preguntas (¿te cogerías a una sextuitera?), las críticas (sextuiteras: prostitutas de RT).
Dedicarte a tuitear solo sobre sexo debe ser difícil; además de creatividad, tus feromonas deben estar por encima del nivel “normal”, eso o eres una literata en ciernes, con gran imaginación, suficientes experiencias para compartir y, sobre todo, con una gran apertura en lo que a sexualidad se refiere.
Las sextuiteras más famosas han elegido nombres “osados” como @legalmenteperra, @missdescarriada, @soyindecente, @pelvica, @Miss_Clee_Toris y @Iaperra, otras se han visto más “cautelosas” a la hora de escribir su username: @mayraying, @prawanaa, @evademetal, @milahsex y @_LePetitMorte_. Ellas son súper populares, la primera tiene 142 mil 441 y la última 2 mil 215 (¿cuántos de ustedes llegan a los 500?).
Algunas crearon a su personaje y se lo mostraron al mundo enviando tuits morbosillos a cualquier hora del día, aunque también están quienes son verídicamente sexosas y se divierten exhibiéndose en 140 caracteres.
Los contenidos de las sextuiteras son altamente sexuales, como el culmen del feminismo que dice: nosotras también podemos hablar de sexo sin pelos en la lengua. Todos se basa en la presunción de sapiencia erótica y cuerpazos que invitan a pecar. El secreto está en generar la mayor cantidad de fantasías sexuales posibles. En esto no hay censura más que la del propio seguidor.
Dicen que la fórmula perfecta para convertirte en sextuitera es usar un avatar sensual, nunca salir del personaje, vivir en el anonimato, ser irreverente y tener buena ortografía. Con la duda en la cabeza salimos a buscar a un par de sextuiteras para que nos aclararan qué hay de cierto con todo lo que se dice de ellas en internet. Contactamos a @Milahsex y a @Mayraying; la primera, famosa por su columna en el periódico El Metro y la segunda muy popular por ser una de las pioneras en esto del sex tuit.
Ambas (aunque por separado) nos citaron en cafeterías. Entre el ruido ambiental de los granos de café moliéndose, el murmullo de la música o de las conversaciones de los parroquianos y con el saborcito a café en la boca nos dispusimos a preguntarles qué diablos las llevó a dedicarse a hacerle al sexo vía internet.
@mayraying
Tiene 26 años, estudia su segunda carrera (Relaciones Internacionales), tiene novio y trae dos celulares en la bolsa. Tiene movimientos sensuales, usa lentes, el pelo lacio y escote pronunciado. Habla en voz bajita, no puede dejar pasar una frase sin meterle la palabra ‘coger’ y anda con mucha seguridad. Hablamos, interrumpe la conversación y nos pide detener la grabación en un par de ocasiones para contestar una llamada o checar su timeline.
Lo primero que le preguntamos fue cómo empezó a escribir lo que su líbido le dictaba. Nos contó que su historia inició tras abrir una cuenta de Twitter por diversión: ‘La abrí en febrero de 2010 y al principio sólo seguía a artistas. Como no le entendía mucho, decidí abandonarla durante un tiempo, pero la curiosidad me llevó a retomarla en junio y me di cuenta de la dinámica de los hashtags; fue ahí donde comenzó mi adicción’.
Con el paso del tiempo, comenzó a aflorar su lado erótico. Su primer sextuit fue: ‘La vida es una perra porque si fuera una puta, sería fácil‘. Después comenzó a tuitear con hashtags, y más gente empezó a seguirla. Se hizo amiga de @wo_0 y tras un ligero encontronazo por la autoría de un tuit, su popularidad comenzó a subir como espuma de cerveza. De 500 seguidores llegó a más de 5 mil.
@Mayraying es un personaje creado por Mayra. Se trata de una chica desmadrosa, berrinchuda, cachonda, sexosa y dispuesta a hacer de todo… únicamente con su novio. Ella se limita al texto y mantiene a todos sus calientes y embravecidos seguidores lejos de tocarle siquiera un pelo. Lo cual la vuelve inalcanzable. Mayra asegura que esta fidelidad hacia su pareja es algo que la ha ayudado a tener lectores constantes.
Después del apabullante éxito con sus cuentas de Twitter (también es autora de @mayrayang), sacó su blog, con relatos llenos de erotismo y sexo que involucran a diferentes personajes en acividades de la vida diaria, como sus primeras entrevistas de trabajo o su visita con el dentista.
@Mayraying presume de marcar pauta. La semana pasada, por ejemplo, creó el hashtag de #lamascogestible y, como era de esperarse, arrasó a la hora del retuit.
@Milahsex
Milah es abogada de profesión y sensual por vocación. Tuvo su primer encuentro sexual a los 19 años. Es rubia, inquieta y curiosa; su cuerpo torneado y su piel bronceada revelan a una mujer que sabe sacarle provecho a lo que tiene. Sonríe mucho, su voz expresa confianza y en su rostro se nota que toda esa plenitud sexual que presume va en serio. Lleva tres años escribiendo columnas para El Metro y hace unas semanas lanzó su libro El poder del sexo.
La historia de esta sexcoach (como ella misma se define en Twitter) comenzó a los 27 años, cuando conoció la energía Tantra en un centro ashram de OSHO en India. Milah estaba interesada en entrarle al rollo místico y energético, así que tomó sus maletas y le entró a la meditación, ejercicios de yoga, de respiración y Tai-Chi, a fin de trabajar con su propia energía y canalizarla. Su “trabajo final” fue tener sexo con un hombre brasileño durante 12 horas seguidas: “Después de meditar unos minutos, entras a un estado como subconsciente, ¡y a coger! Todo esto a través de ejercicios de respiración”.
Aprendió que la energía que liberas a través del sexo es tan fuerte que puede hasta curarte de cáncer y que “el sexo es lo más sagrado que puedes encontrar y no tienes por qué mezclarlo con el amor”.
La mala noticia es que debía regresar al DF, con sus prejuicios, sus ideas guadalupanas y su doble moral… Sin dinero, y a pesar de su nueva yo, pronto regresó a lo mismo, hasta que conoció a su actual pareja, quien estaba dentro del rollo swinger. La sexualidad tan liberada de ambos ayudó a que la relación se consolidara. Estaban en la búsqueda de nuevas fantasías cuando alguien del periódico le hizo la propuesta de escribir la columna del martes. Fue a partir de entonces que nació su Twitter.
Al principio @Milahsex escribía más cosas eróticas, ahora pone enunciados chuscos y algo más subidito de tono, acompañado de un desnudo propio. Su cuenta cambió hace un tiempo; al principio se llamaba @milahescort, como parte de “una fantasía que quise cumplir: cobrar por sexo”. Después de unos meses, siguió su camino con un nuevo username: @Milahsex.
Milah no tiene ningún tapujo a la hora de subir imágenes de ella desnuda en su Twitter, pero no fue fácil, antes debió cuidar su rostro, cuando empezó a sentirse más segura dejó el anonimato. La bomba explotó entre sus papás y amigos cercanos. Sin embargo aquello pasó rápido, “poco a poco nos vamos (ella y su pareja) sintiendo más orgullosos de este estilo de vida que lo vamos presumiendo”.
Milah ha bloqueado a diez intensos de su Twitter. Aunque la han sermoneado y juzgado, jamás la han insultado: “no es lo que te digan sino la intensidad con la que te mandan los mensajes”. Y sí, ella sí sale con su followers, de hecho realiza concursos con sus columnas: “al que me las traiga todas, paso un rato con él, nos vamos a un hotel, estamos unas horas y luego reseño lo que pasó ahí.
No todas estas citas han sido buenas, ha tenido que negarse a tener sexo por toparse con hombres con una energía muy “libidinosa” (“hasta he pensado en que no sé qué me va a hacer si me quedo sola con él”), pero los despacha fácil: “híjole, me bajó, te juro que luego te la repongo“. También nos contó que la experiencia más rara por la que ha pasado fue una vez que un chico le pidió que al encuentro llevara un vestido suyo, “él se lo puso, me pidió que lo maquillara y que le tomara fotos vestido de mujer. Rarísimo”.
Actualmente Milah imparte terapias de meditación orgásmica ($800 por sesión) y de tantra a domicilio, próximamente lo hará en la clínica Relox. Búscala en Twitter.