¿Cuál es el escenario ideal?
Que, obviamente, haya una preparación previa. Es decir, lo que en cristiano se conoce como un buen faje. De esta forma, la mujer estará lubricado y no sentirá dolor. En cuanto al hombre, no es común que lo sienta pero sí: puede haber dolor… Sobre todo si la mujer “aprieta” demasiado los músculos pélvicos y, bueno, ya te imaginarás.
¿Cuál es el escenario común?
Tememos decirlo pero casi siempre duele: la ruptura del himen no es en sí lo que provoca el dolor en la mujer, sino digamos la “invasión” de un ente extraño en una zona que hasta entonces había estado “cerrado” (ash, cómo abusamos de las comillas).
¿Cuál es el peor escenario?
Que duela muchísimo, en cuyo caso ya no es normal. Si la mujer siente mucho dolor, lo mejor es detenerse porque a) puede que el hombre esté siendo muy agresivo b) no esté lo suficientemente lubricada c) el hombre tenga el miembro muy grueso o d) está tan nerviosa que ella misma cierra la entrada de la vagina.