Para esta técnica, lo único que necesitas es una silla – de preferencia una que tenga un costado protuberante, pero bajo-. Ponte a horcajadas encima de esta y frótate al principio contra ella, luego levántate para estar sobre ella y muévete hacia abajo.
¿Por qué darle una oportunidad?
Porque este método nos permite mucha libertad de movimiento y además te vas a sentir como toda una amazona.
Grado de dificultad:
Un poco complicado hallarle el modo, pero nadie dijo que aprender a montar… fuera cosa de un día.