Por Alessia Di Bari
Siempre estamos tratando de estar mejor con nuestra pareja y si no lo hacemos… pues deberíamos. Para tener una pareja de 10, hay que dedicarle tiempo, esfuerzo y dedicación a ésta. No podemos esperar que las cosas fluyan y crezcan, sino hacemos nada para que esto suceda.
En la sexualidad pasa algo similar, debemos estar abiertos y receptivos a las necesidades de nuestra pareja y las nuestras. Pensando en esto, te dejo el error no. 1 que cometemos las mujeres y que cometen los hombres.
Aprendiendo a ser humilde
¿Cómo es esto?
Para que un hombre se vuelva un buen compañero sexual, o mejore su técnica; primero debe admitir que no sabe todo lo que tiene que saber acerca de la sexualidad humana.
¿Por qué sucede?
Porque desgraciadamente -todavía- existen hombres que sienten amenazado su yo interno y maltratada su autoimagen masculina si aceptan que no lo saben todo del sexo.
Consecuencias…
Se quedan atrincherados en su ignorancia sexual y tropiezan una y otra vez en sus relaciones sexuales. Además le conceden validez al dicho francés de “no hay mujeres frígidas, sólo hombres torpes”.
¿Qué hacer?
Abrirse al conocimiento, no tienen que sabérselas de todas… ¡todas! Está bien preguntar… preguntando se llega a Roma ¿qué, no? En una de esas descubren el camino perfecto al placer.
Aprendiendo a ser responsable
¿Cómo es esto?
Se refiere a las mujeres que creen que tienen parejas adivinas. Esta mujer piensa que no tiene necesidad de decirle a su pareja lo que a ella le agrada en el aspecto sexual.
¿Por qué sucede?
Porque muchas veces tenemos la idea romántica –que nos han vendido desde niñas-, pero equivocada de que nuestra pareja debería prever nuestras necesidades sexuales con precisión certera.
Consecuencias…
Aunque casi todo hombre desea satisfacer a su compañera, existen ocasiones en que en su intento de anticiparse a las preferencias de ésta, un hombre puede hacer el movimiento equivocado y luego ser condenado de manera silenciosa como un amante inexperto. Lo peor, cuando logra satisfacer a la mujer, a menudo, por desgracia, es recompensado sólo con el silencio de ésta.
¿Qué hacer?
Mujeres… ¡hay que hablar! Es indispensable aprender a comunicarnos de manera asertiva en la cama. No hay por qué tener pena ni vergüenza al momento de pedir lo que nos gusta.
Aprendiendo a cooperar
¿Cómo es esto?
Por superfluo que parezca, la cooperación dentro de una relación es de suma importancia; es lo que nos da un sentido de intimidad y de unión con nuestra pareja.
¿Por qué sucede?
Porque, la mayoría de las veces, es difícil mantener el interés sexual fresco y viviente en las relaciones ya existentes, inclusive cuando se hace un esfuerzo consciente. Nos dejamos llevar por la rutina y vamos perdiendo el interés en nuestra pareja.
Consecuencias…
Pérdida del deseo sexual y en algunos casos, ruptura de la pareja. Quizá una razón por la que una nueva relación sexual parezca más interesante que la de varios años de antigüedad es que el o la nueva compañera sexual hace esfuerzos especiales para gustar a su pareja, algunas veces en un factor fundamental como el aspecto y la presentación personal.
¿Qué hacer?
El punto a resaltar es que resulta de suma importante intentar complacer a nuestro compañero sexual durante y después de la actividad sexual. Estar pendientes de nuestra pareja y mantener el interés en ésta con cosas tan básicas como arreglarnos, usar la loción que sabemos que le gusta y le enciende la líbido, tener una higiene adecuada, platicar con él o con ella… en fin, el tipo de cosas que hacemos cuando empezamos a salir con alguien y se nos olvidan cuando la sentimos “segura”.