Por mucho, esta teoría es la más actual y aunque ya tiene un rato que salió, sigue vigente y en boga.
Aunque poco se sabe de las feromonas humanas, se piensa que son productos derivados de la secreción de hormonas. De éstas de reconocen tres: andrógeno, estrógeno y progesterona. Ambos sexos las producen, aunque los varones elaboran más andrógeno y las mujeres más progesterona.
Las feromonas, son las responsables de la atracción y/o receptividad sexual. Estas se expanden desde los vellos pubianos y de las axilas.
¿Por qué sí?
¿Has escuchado que a mayor contacto sexual, mayor probabilidad de seguirlos teniendo? Esto es culpa de las feromonas… a mayor contacto, mayor segregación y a mayor segregación, mayor atracción… o sea, se convierte en un ¡círculo virtuoso!
¿Por qué no?
El androstenol (una de las hormonas componentes de las feromonas) posee algunos efectos poderosos. En los hombres su producción se quintuplica hacia finales de diciembre, con lo que la atracción que despiertan en las féminas se refleja en los niños que nacen en septiembre… así que chicos, ¡tengan cuidado con esa calentura decembrina!