¿Qué es?
Hay dos variantes: una es la autoasfixia erótica y la otra es la asfixiofilia o hipoxia. La primera ocurre en solitario durante la masturbación. La segunda es en pareja y consiste en estrangular momentáneamente o privar de oxígeno a la pareja. Ambas se dan cuando se está a punto de llegar al orgasmo.
¿Por qué es divertido?
Según los expertos, privar de oxígeno al cerebro por unos segundos produce un efecto alucinógeno que potencia el orgasmo. Es como si casi al llegar a la muerte chiquita te metieras LSD.
¿Por qué no es tan divertido?
Por obvias razones. Nadie sabe calcular cuánto es suficiente para llegar al efecto deseado, y no asfixiarse o tener un paro cardiaco. ¿Famosos que lo practicaban y fallaron en el intento? Michael Hutchence y, aparentemente, David Carradine. No lo recomendamos.