9 de la mañana. Entras al Metro Pantitlán para lanzarte a tu trabajo. Al llegar al andén, esperas para subirte a cualquier vagón en el que haya un huequito, y sabes que con huequito nos referimos a ese espacio en el que prácticamente no te puedes agarrar de nada pues la misma gente amontonada evita que des un ranazo.
De repente, sientes un paquete atrás. No hay poder humano que te permita quitarte pues a duras penas si puedes respirar. El evento te hace sentir muy mal.
Desafortunadamente, como reveló una investigación realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), siete de cada 10 delitos que se reportan en el Servicio de Transporte Colectivo son por abuso sexual.
Sin embargo, no todas las agresiones sexuales se denuncian, ‘la prisa, el temor, el pudor, el tiempo, la burocracia en los ministerios públicos, entre otras razones, muchas mujeres prefieren no denunciar las agresiones’.
Pero… ¿qué pasa con quienes sí les late sentir al Larry(món)?
El froteurismo
Bueno, pues a algunas personas les prende sentir a alguien más frotándose o tocándolo con sus genitales o con cualquier otra parte de su cuerpo dentro del transporte público. Así, sin más. No pretenden seguir con una relación después o tener un encuentro sexual. Simplemente, les gustan los arrimones.
Y es por ello, que Romina, CEO, CFO & Founder de #ArrimonConsensuado, se dio a la tarea de crear esta organización para darle gusto a quienes disfrutan de estas prácticas.
En entrevista con Luna, CDC, CMO & Founder de #ArrimonConsensuado, nos platicó cómo funciona. ‘Esto se da bastante en el Metro de la Ciudad de México, aunque también hay en Guadalajara y Monterrey. No hay restricción de género ni preferencias sexuales y todo es bajo el consentimiento de las personas’.
Nos comentó que existen tres tipos de arrimones: el que les describimos al principio, que es catalogado como abuso sexual; el consensuado casual, donde el chico o la chica lo reciben en el vagón sin haberlo planeado con anterioridad y el consensuado concretado, que es el que ellos organizan. Las personas mandan su ruta, #ArrimonConsensuado las coordina exclusivamente para quienes le queden en el camino, nada de ‘me muevo para allá, ahora me lanzo o cambio de ruta’ y es así como las personas se encuentran.
Oiga, con respeto
La intención de Romina al crear esto fue resaltar la importancia del momento en el que alguien dice: NO, sobre todo, por parte de las chicas.
Otra de las cosas importantes es que cuando se haya concretado el arrimón, si la chica decide a la mera hora que ya no quiere, se debe respetar su decisión. O bien, si alguien más interviene y los denuncia, los dos deben mostrarse de mutuo acuerdo como pareja o como conocidos para que no pase a mayores.
El lema del movimiento es: ‘el acoso sexual es un delito, el arrimón consensuado, no’.
¿Cómo funciona?
A través de filtros que realiza la administración de #ArrimónConsensuado. Los usuarios deben enviar fotos, tener una cuenta activa tanto en Facebook como en Twitter, por aquello del no te entumas, y otros requerimientos que pueden encontrar por aquí.
Las personas deben mandar su ruta por inbox o por mensaje directo, de hecho la página no permite hacer comentarios en ella. Las rutas se envían a quienes ya tienen su pulsera, que es el distintivo de #ArrimónConsensuado. El precio de la pulsera es de 20 pesitos para los chicos; para las chicas es gratis. Se paga por ellas por la seguridad de todos, puesto que saben que quien porta una, ya pasó por todos los filtros de la organización. El dinero recaudado se destina para mandar a hacer más pulseras.
‘La ruta se pasa tal cual, con la línea y la hora en la que va a estar el chico o la chica que envió la información’, nos dijo Luna. Quienes coincidan con ellos, ya rifaron. Cabe mencionar que muchas personas prefieren el anonimato, pero otras optan por presentarse antes de subirse al vagón.
Tampoco es exclusivo del Metro, puede ser en cualquier transporte público y se recomienda que sea en las horas pico. En el Metro ya tienen sus lugares asignados, por ejemplo, para los heterosexuales es el cuarto y el penúltimo vagón; el último para homosexuales y el tercero para chicas lesbianas, finalmente cada quien puede elegir como le dé la gana. Las líneas más concurridas son la 1 y la 2.
Para contactarlos pueden hacerlo a través de su Facebook, Twitter o su página.
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