¿Cuándo la conquistó?
En innumerables momentos crepusculianos, sobre todo en esos besos en el cuello que te hacen pedir “porfavor muérdeme a mi”. Cómo olvidar el sagrado momento en el que se quita la ropa en Luna Nueva. Sin dejar de mencionar su apariencia de puber inocente: un dulce postresito ingenuo…listo para enseñarle una que otra cosita.
¿A dónde lo llevaría de San Valentín?
Apegándonos al personaje puber-sexy en Crepúsculo, se ve del tipo que una cenita romántica de cliché: fresas cubiertas de chocolate, velitas por doquier y vinito para que se pongan candente pero decente (al principio). Además, la onda es tenerlo solito para ti para que sin pretensiones se deshiniba y saque al vampiro que trae dentro.