Cuando uno arranca motores con la pareja, la mayoría quiere lucirse y ponerse muy acá para no errarle y tocar lugares que en vez de prender la mecha, los manden a dormir a la sala. Y sí, uno no nace sabiendo, así que a punta de trancazos nos convertimos en unos maestrazos de las artes amatorias.
Sin embargo, una cosa es cierta: hay puntos en los que la mayoría de la gente coincide en que son detonadores de fuegos artificiales en el cuarto. Se podría creer que tocar los genitales correctamente sería un pase directo y sin escalas al estrellato, pero, *redoble de tambores*, hay zonas que también tienen lo suyito. Así que como Jack, el Destripador, vámonos por partes:
La dimensión desconocida
Un estudio publicado en la Journal of Sex Medicine reveló que no sólo existen ciertas partes que son más sensibles (y más erógenas) en las mujeres, sino que también depende de la intensidad en la que sean estimuladas.
O sea, está bien conocer qué áreas serán las campeonas, pero también hay que tener en cuenta cuánta fuerza se debe aplicar en ellas porque: una cosa es Juan Domínguez y otra es no me… molestes. Si no sabes cómo acariciarlas, como decíamos anteriormente, te podrían lanzar un zape.
La investigación involucró a 30 chicas y se evaluó la sensibilidad de tres áreas: la zona genital primaria (clítoris, labios menores, alrededor de la vagina y el ano), la zona secundaria (el área lateral de los senos, pezones y cuello) y la zona neutral (antebrazo y abdomen). Para ello, se utilizaron diferentes aparatos para variarle a la intensidad de las sensaciones (toques ligeros, presión y vibraciones).
Van los resultados:
Cuando se trata de toques ligeros, el cuello, el antebrazo y alrededor de la vagina son los meros meros. Pero si hablamos de aplicar presión, el clítoris y los pezones son los ganones. Aunque no le hacen el feo a las vibraciones (no en vano a algún sabio o sabia se le ocurrió inventar los vibradores).
Y aquí viene el dato curioso: todo lo que involucra la zona secundaria es muy receptiva ante las vibraciones. O sea, saca ese vibrador de tu cajón y dale un nuevo uso en estas áreas. Postdata: sé feliz.
Ponte creativo
Dar un masaje en las delanteras de tu chica le pondrá una sonrisota en la cara. O, ¿qué tal que están en público y quieren ponerse cariñosos? Bueno, pues acaríciale el antebrazo y el cuello. Ni quién se imagine que de ahí se van al motel, pilluelos.
Alrededor de la vagina es una zona muy erógena y aplicar presión en ella las pondrá muy contentotas, así que cuando le estés haciendo sexo oral, date una vuelta por esa zona y presiona.
¿Quién iba a decir que al lado de los senos sería una zona muy gratificante? O sea, no es como para que le hagas cosquillas y mates la llama de la pasión, pero podrías usar un buen aceite para darle un masaje por estos lares.
Así que salgan de la rutina y vayan a dar una vuelta al cielo para ver lo que es eterno. Sus parejas se lo agradecerán.
