El tema de Cincuenta Sombras de Grey ha causado furor desde que salió el primer libro y ahora, con el estreno de la película, se ha vuelto todo un fenómeno que despertó la curiosidad de muchos. Sólo basta con entrar al Facebook y ver los cientos de memes, parodias que incluyen desde piezas de Lego hasta las princesas de Disney y por supuesto, los que postean sus opiniones como doctores honoris causa en el tema. Por un lado, están los que detestaron el libro y la película y por otro, los apasionados fans from hell de E. L. James.
Claro, no falta quienes salen con sus prejuicios: ‘sólo le puede gustar a doñas cincuentonas que dejaron su vida sexual colgada en un gancho’ o ‘todos los que se identifiquen con estas prácticas están bien dañaditos’.
Bah, nosotros somos unos alegres entusiastas de la diversidad sexual. Es decir, que cada quien viva su sexualidad como mejor le plazca, de forma sensata, consensuada y segura, tal como lo dictan las tres reglas del BDSM (y que aplican perfecto para cualquier práctica sexual).
Por ello es importante hacer algunas aclaraciones sobre lo que se retrata tanto en la película como en el libro, que están muy alejados de lo que es el BDSM.
Realidad vs. ficción
Bococu es practicante de BDSM desde hace 25 años y lleva una relación amo/esclava desde hace más de 10. Con las aportaciones de Amo Dominante, Zadkiel Domine, zurshya Dark y Dariana Darri, nos compartió las 50 diferencias que existen entre el BDSM (real) y lo que se propone en las ’50 Sombras de Grey’.
‘A mí me parece que, a pesar de sus defectos literarios, ha jugado un papel positivo en la percepción de la sexualidad, específicamente del sadomasoquismo. El libro es una invitación a explorar la sexualidad y a llevar a cabo, dentro de lo posible, fantasías que casi siempre permanecen reprimidas. Después de todo, el BDSM es una variante sexual cuyo fin es proporcionar placer. Cualquier libro o película que ayude a aceptar a personas con gustos diferentes es muy valioso. Sin embargo, dado que la novela y la película son el primer contacto que mucha gente tiene con el sadomasoquismo, creo que es importante señalar que lo que viven Anastasia Steele y Christian Grey tiene elementos que son totalmente opuestos a lo que es el BDSM real’.
Así que aquí les va lo que nos compartió bococu:
1. De pequeño, Christian Grey fue víctima de abuso y por eso practica BDSM. Un Dominante no es un sociópata; la asociación con el abuso infantil es falsa. Yo nunca he conocido un dominante que haya sido víctima de abuso.
2. El BDSM siempre se practica de manera consensuada, nunca unilateralmente. Lo que el libro muestra, raya en el abuso.
3. Una sumisa no vive sufriendo y sintiéndose triste como Anastasia, por el contrario vivimos muy felices.
4. No es necesario ser millonario para practicar el BDSM (ojalá lo fuéramos).
5. El desarrollo de la relación entre Steele y Grey sigue pautas románticas en lugar de seguir una progresión dictada por la práctica del BDSM.
6. Ser dominante no te da acceso a tener ‘sexo fácil’. Como cualquier variante sexual, se requiere que encuentres a alguien que le guste lo mismo que a ti.
7. Una relación BDSM no necesariamente termina en matrimonio, en ocasiones sucede, pero no es lo común.
8. El ‘contrato’ en el BDSM sí se usa, pero es mucho más importante plantear límites y aficiones antes de comenzar una relación.
9. No se menciona en el libro el playlist, una lista de las actividades BDSM en las que pudieran estar interesados los participantes. Una buena manera de conocer a la pareja de juego.
10. Una sesión de BDSM nunca se debe llevar a cabo para sacar el enojo o la frustración de sus participantes, (ALERTA DE SPÓILER) como sucede en la última escena de la película.
11. Christian Grey practica el BDSM porque no es capaz de mostrar sus sentimientos verdaderos. Quienes realmente lo practicamos, involucramos muchos sentimientos como confianza, cariño y amor.
12. Un Dominante verdadero no debe aislar a la sumisa de su familia y amigos.
13. En una relación BDSM, sobre todo en nuestros días, no es necesario que el dominante se haga cargo de las necesidades económicas de la sumisa.
14. Si una sumisa comienza a sentirse vigilada y acosada por el Dominante, lo más sano es terminar la relación.
15. Con una sumisa novata, se recomienda comenzar las prácticas de manera gradual, para comprobar que ella está también disfrutando.
16. El BDSM no es excusa para abusar de un menor como en el caso de la señora Robinson y Christian a los 15 años.
17. El spanking es una práctica erótica muy placentera, no es terrible como lo muestran en el libro.
18. En el BDSM también se puede dar regalos, pero no es la forma de conquistar a una sumisa. (Aunque… ¿quién le dice que no a un coche? Je).
19. Los celos obsesivos, como los del protagonista, destruyen cualquier relación. El BDSM no es la excepción.
20. No se necesita de un ‘cuarto rojo’ para practicar BDSM, se pueden utilizar muchas cosas que tengamos a la mano. El límite es la imaginación.
21. El ‘cuarto rojo del dolor’ también podría llamarse el ‘cuarto rojo del placer’, pues ése es precisamente el punto del BDSM: causar placer mediante el dolor. Si el único objetivo es el dolor, la relación es de abuso.
22. A Christian Grey sus prácticas le provocan culpa y hasta asco. En el BDSM cada quien está seguro de sí mismo y de que realiza estas prácticas por placer.
23. Una mujer con baja autoestima no es la mejor candidata para ser sumisa, ya que si el Dominante no es inteligente, puede terminar peor.
24. El amenazar a la sumisa con dejarla si no acepta lo que el Dominante pretende imponer, lejos de fortalecer una relación, termina con ella.
25. El collar es de los símbolos más importantes en una relación BDSM. No se menciona en el libro ni en la película.
26. El BDSM, bien llevado, no es una patología que requiera de terapia con un psicólogo para ‘curarse’.
27. En la película y en el libro no pueden mencionar la palabra ‘clítoris’, sino que se refieren a él como ‘ahí abajo’. En el BDSM la confianza es tal, que no tememos llamar a las cosas por su nombre.
28. En el libro y en la película se muestra la dinámica: estar caliente/tener sexo, estar caliente/tener sexo, estar caliente/tener sexo. En el BDSM la sexualidad de los practicantes es más rica y compleja.
29. La película crea falsas expectativas. Un Dominante no se dedica a adorar a la sumisa con tanta devoción e idolatría, sino que la/lo hace gozar con otro tipo de cosas.
30. Cuando una relación BDSM termina, la sumisa no enloquece como la primera sumisa de Grey, quien hasta psicópata se vuelve.
31. ¿En qué momento del libro se pide un certificado de ITS (infecciones de transmisión sexual)? En el BDSM, como en cualquier práctica sexual, es muy importante.
32. La obra es excitante (o pornográfica) y para quienes no conocen el BDSM podrían creer que también es así.
33. Presentan a Christian y a Ana como protagonistas de un ‘cuento de hadas’ en donde el príncipe de ojos azules rescata a la débil doncella.
34. La excesiva publicidad del libro y la película mal informan acerca de lo que es el BDSM. La propia autora declaró desconocer del tema.
35. Una chica de 23 años, virgen y casi asexual, se convierte en pocos meses en una mujer casi ninfómana y multiorgásmica por arte de magia gracias al BDSM.
36. La autora pretende mostrar a Christian con muchos años de experiencia en el BDSM. Sin embargo, una ‘niña boba’ lo domina desde el tercer día. Un Dominante real, no es así.
37. En el BDSM sí hay castigos, pero nunca por el simple hecho de dar placer al Dominante o de liberar sus frustraciones.
38. Se presenta a Grey como practicante de BDSM porque no conoce el amor verdadero. El BDSM y el amor son perfectamente compatibles, aunque no indispensables.
39. Un Dominante no debe inmiscuirse en la vida personal y familiar de la sumisa, son cosas que deben respetarse. Grey cae en el acoso.
40. En el BDSM es básica la comunicación y la confianza. En el libro y la película no se retrata ni una ni la otra.
41. Es incongruente que un Dominante mande a su guardaespaldas a comprarle calzones a la sumisa (de hecho no conozco ningún Amo con guarura).
42. Para ser Dominante no es necesario tener ojos grises y usar corbatas grises. Tampoco tiene que ser guapo y joven, puede tener ojos café, ser viejo y feo (o no).
43. Christian parece tener poderes que lo teletransportan (desconozco si influya el hecho de ser millonario) y se aparece en donde está Ana. Los Dominantes reales piden la dirección y usan automóvil o transporte público para llegar.
44. Leer el libro o ver la película no te vuelven BDSMero, hay que llevarlo a la práctica.
45. De igual forma, ser practicante y criticar la obra, no te vuelve más experto.
46. A raíz de la fama de 50 Sombras de Grey he escuchado a ‘practicantes’ decir que el BDSM no es para todos. Falso. Es para todos aquellos que se sientan interesados, la cosa es informarse de qué va.
47. No creo que el libro sea ‘porno para mamis cuarentonas’, pero tampoco el BDSM. Es para hombres y mujeres mayores o jóvenes que estén dispuestos a explorar y vivir su sexualidad.
48. Por ser una novela, hay mucha fantasía como en el cuento de ‘La Cenicienta’. En el BDSM también hay fantasías (sólo que éstas sí se vuelven realidad).
49. La fama del libro ha causado que se vendan vibradores y kits completos de Christian Grey que incluyen esposas, látigo y vibrador. Si adquieres uno, a lo mejor no te vuelves sumiso o Dominante, pero estoy segura que te vas a divertir.
50. Espero que no haya más sagas de la novela porque encontrar otras 50 diferencias está complicado. (Aún para bococu).
Por último, bococu nos comparte lo siguiente: 50 Sombras de Grey es una novela y una película que se convirtieron en una moda que abre una puerta para disfrutar de la sexualidad de forma diferente, siempre con placer y muchos orgasmos. Gracias a Christian, a Ana y a sus 50 Sombras, que nos permiten informar acerca de este tema de forma abierta y natural como lo que realmente es: ‘una actividad lúdica, una práctica erótica sexual, cuya única finalidad es la dar y recibir mucho placer’.