Vamos, por favor, la primera vez no siempre resulta ser un cuento de hadas. Entre el nerviosismo y el miedo a regarla gachamente, la cosa termina siendo un caos del que tratas de huir para olvidar el peor oso de tu vida.
Aquí van 15 de los líos, problemas u osos frecuentes de la primera vez. Revísenlos con atención, verán que se sentirán identificados.
1. No saber cómo poner un condón.
Sí, tal como en ‘Virgen a los 40’… A muchos nos pasó que usamos una tira completa de condones, y contando…
2. Que tus papás te cachen.
Regularmente tu primera vez sucede cuando aún vives con tus papás, por lo que si aplicas la de hacerlo encima de la lavadora, ten en cuenta que a alguien de la familia le puede dar sed en cualquier momento y se le ocurra bajar por agua a la cocina… que está al lado del cuarto de lavado. Trata de evitarlo, ¿ok?
3. Encontrar un lugar propicio y cómodo.
Esto es indispensable para que el asunto no se convierta en un acto circense. Aquí se excluyen los clósets, escaleras, el techo y (de nuevo) el cuarto de lavado, es mejor escoger un lugar que te deje un lindo recuerdo al menos, ¿no? Nota: el asiento trasero de tu vochito es igual de incómodo que la playa.
4. Aire soy…
Si ya tienes planeado que ‘tal’ día será el mero, mero para entregar tu flor, cerciórate de no comer cosas que te provoquen una revolución estomacal, para que cuando estés dándole al guayabo, los frijoles que comiste al mediodía no quieran buscar una salida… Diug.
5. Firmes, ¡ya!
Problema es que a tu fiel amigo que todos los días amanece como sargento, en ese momento no lo despiertes ni con mariachis.
6. No saber cómo hacerlo.
Ojo, aquí entran las posibles cachetadas y quejas por hacer cosas que dicen que hagas en el Kamasutra y que generalmente hay que tener un poquitín más de experiencia para saber cómo no regarla.
7. Qué dolor, qué dolor, qué pena.
Sí, eso que te dicen de que amarás el sexo desde la primera vez es puro pájaro nalgón. Hay quienes sienten tanto dolor que hubieran preferido el celibato a esta tortura del siglo XIV. Aunque, mmh, ya después se les quita…
8. La escena del crimen
En el caso de las chicas, ¿necesitamos decir más? (Y no, no es motivo para sacar la sábana al balcón).
9. ¡Mira quién está ahí!
Ya que eligen un hotel, tómala, ahí está el jefe de tu papá, don Pedro Salamanca de los Arcos… con la secre. Sí, con eso ya no tiene cómo quemarte, pero para la próxima reunión de tu papá con los de su oficina lo mejor será que pases bien agachadito.
10. ¿Eso es todo?
Más tardaste en convencerla que en terminar. No, pues así ¿cómo?
11. Sin gorro no hay fiesta.
Que si la calentura, que si las prisas… nada, sin gorro no hay fiesta, aún en la primera vez. Si no lo aplican, acuérdense de nosotros cuando la comezón no los deje ni teclear.
12. La selva Lacandona.
Ok, nadie lo puede planear con tanta anticipación, pero nunca está de más darle una podadita a esa zona, chicas. Estamos hablando con las chicas, eh… Bueno, da igual, en una de esas no luce tan mal. Lo que sea, lo mejor es estar preparado ante cualquier imprevisto.
13. A la mañana siguiente…
Nunca haces ejercicio y ahora lo haces de forma atropellada y sin experiencia… Bueno, ok, al día siguiente a ver cómo te levantas.
14. El miedo de comprar condones.
Jamás lo has hecho y ahora toca comprarlos, porque si no: niguas que aflojan. Así que ir a la farmacia se convierte en una aventura de expedición en busca del tesoro perdido.
15. ¿Habré quedado embarazada?
A pesar de haber usado condón, después de la primera vez, el miedo de tener descendencia a temprana edad se convierte en terror extremo al estilo ‘Saw’. Y como eres tan ingenuo, hasta con un fajecín pierdes la cordura.