La Zaranda Miravalle

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Por: Verónica Chávez Aldaco

Los creadores de Cancino salieron de su zona de confort en la que se han vuelto maestros haciendo pizzas. Ahora dieron un completo giro de timón para aventurarse en un viaje al pasado y traer la técnica prehispánica del zarandeado hasta un restaurante frente a la Fuente de las Cibeles.

Se llama La Zaranda Miravalle y la mayor parte de los alimentos en su carta se cocinan a las brasas. El sabor que adquiere un pescado o un manojo de camarones al carbón (con mojo colorado, jalapeño o chile de árbol) se traduce en una delicia jugosa para el paladar. Es inevitable transportarte hasta los pies del mar, pues también la decoración con palmeras kentia y la música tropical proveniente del Caribe y África, suman a la causa.

Un imperdible botanero es la entrada de ‘alitas’ de pulpo. La textura crujiente de los tentáculos y la salsa picante en la que están bañados, hacen una combinación ganadora con el dip que los acompaña. De igual manera para aliviar la cruda está el ceviche de pescado, curado en limón con jengibre, habanero, camote, elote y aguacate.

Y si no eres muy fan de los mariscos, no importa, sus opciones abarcan también sopas, como la de plátano macho, que literal te hará ‘limpiar’ el plato; y los tacos y dobladitas, con tortillas hechas a mano que en su interior guardan raciones de cecina, maciza de marlín con chicharrón, setas pibil, y mi favorita, la barbacaoa de res.

La Zaranda Miravalle preparó un menú de salsas para potenciar aún más el sabor de su comida. Las encontrarás en tu mesa y recomiendo que antes de aderezar con ellas le preguntes al mesero sobre su nivel de picor, ya que algunas son dulces, como la roja con chipotle y piloncillo, y otras más poderosas, como la tatemada, con habanero y limón.

Las porciones que sirven son muy generosas, así que conviene compartir.

En cuanto a bebidas, hay coctelería con mezcal, ginebra, ron, whiskey; micheladas tradicionales y de sabores; limonadas y, aunque no lo creas, pulque.