REVISIÓN GENERAL | |
Atención | |
Calidad | |
Ambiente | |
RESEÑA Comida asiática-latina enfocada en los productos de mar. | 3.3 PUNTUACIÓN TOTAL |
Ámsterdam 218 Entre Iztaccihuatl y Chilpancingo Col. Condesa Tel. 5574 2978 |
Horarios:
Precios:
$ 250 - $ 400Martes a sábados de 18:00 a 2:00 |
Generos : Pescados y mariscos
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Servicios:
Servicio de bar, Ambiente familiar
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Crítica
Si ya de por sí competir con un restaurante en la en la Condesa es difícil, hacerlo con grandes cadenas alrededor es casi una hazaña. Sin embargo, cuando se detectan las necesidades de un sector específico, nacen conceptos como el Mantarraya. Este restaurante es pequeño, íntimo y con un toque juvenil, pero cosmopolita (algo que se refleja principalmente en su cocina). Lejos de las pretensiones decorativas que gritan la pertenencia a una cadena y a un concepto cada vez más global –y por lo tanto repetido–, aquí la sencillez sólo es interrumpida por detalles de color que le dan un toque festivo (quizá por eso es frecuente que los fines de semana sea común encontrar gente celebrando cumpleaños con grupos de amigos). Aunque entre semana impera el jazz, los fines de semana la música sube el beat para ponerse electrónica, ya avanzada la noche.
En la cocina el concepto es original, pues si bien se notan claramente las influencias de Oriente y el Mediterráneo, impera un toque de cocina de mar mexicana. Así, uno de los imperdibles son las tostadas de marlin que van acompañadas por una salsa tan picante –afortunadamente se añade al gusto– que es fácil pasar a las bebidas (por cierto, el bar, además de agradable está bien surtido). De la relativa sencillez de las tostadas, uno puede irse fácilmente a conceptos más elaborados, como los tacos de cangrejo de concha suave, que a su explosivo sabor añaden la combinación de un capeado oriental. Otro de los imperdibles del lugar está en la combinación de los platillos mencionados anteriormente en el burrito de marlin y cangrejo.
El Mantarraya es buena opción en la Condesa si se trata de una cena casual y sin otra pretensión que el sabor, aunque, hay que decirlo, con frecuencia se despliega una pantalla para presenciar los eventos deportivos que tienen lugar el la tarde-noche.