REVISIÓN GENERAL | |
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Ambiente | |
RESEÑA Ofrece una propuesta gastronómica de cocina de producto. Coctelería de autor en su bar llamado Leonardo. | 4 PUNTUACIÓN TOTAL |
Sonora 176 Esquina con Av. México Col. Hipódromo De La Condesa Tel. 5256 3115 / 5211 5760 |
Horarios:
Precios:
$ 450 - $ 500mar-sáb 13:30-00 h, dom 13:30-18 h |
Generos : Internacional
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Servicios:
Reservación recomendada, Musica en vivo, Ideal para grupos grandes, Valet parking, Estacionamiento cercano, Área para fumar, Servicio de bar, Servicio para llevar, Terraza, Internet Inalámbrico
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Por: Hugo Juárez (@poketronik)
La entrada a este restaurante está oculta entre los comercios y casas de Av. Sonora y el tráfico detenido y los pitazos que son comunes todas las tardes entre semana. Por eso, al entrar parece que te transportas a otro lugar mucho más tranquilo y apacible. Te das cuenta de esto al mirar su pared de plantas en un lado y su chimenea para los días de frío que está en un extremo del lugar. En los pisos superiores está Leonardo, el cocktail bar que complementa la experiencia.
El lugar cuenta con pocas mesas, por lo que puede convertirse en un espacio íntimo para pasar con tus amigos o con tu pareja. Eso sí, en fin de semana no esperes mucho silencio (por el bullicio de Leonardo). De día el espacio está muy iluminado, pues se encuentra en una especie de patio central, pero de noche la luz toma un tinte más íntimo y relajado: sólo está donde debe de estar. La decoración es una mezcla entre detalles contemporáneos (sobre todo por Leonardo) pero selváticos y frescos al mismo tiempo.
En cuanto a su comida, te vas a encontrar con varias sorpresas desde que te reciben. Y es que aunque hay varios platillos que combinan la cocina mexicana con el cerdo e influencias contemporáneas, reservan una parte importante de su menú a la comida del mar. Por eso, puede que el día que vayas el chef te mande una entrada inspirada en la pesca del día que no encontrarás en el menú. Disfrútala y cómetela con calma, porque la preparación de los alimentos es un tanto lenta, lo cual es entendible por el cuidado que les ponen y la calidad de los ingredientes.
Pero si la comida del mar no es lo tuyo, pide el mouse de papa con chorizo (para mí es la mejor entrada) y cómetelo rápido, porque te lo sirven en un “vasito” comestible que por lo caliente del platillo se derrite. Otra opción son sus ensaladas, cuyos aderezos y emulsiones son imperdibles.
De plato fuerte, el platillo estrella es la chuleta de cerdo nagano con puré de camote: te sorprenderá lo rosita que la dejan. Pero ten cuidado con el pork belly: parecería que en un restaurante como éste donde la especialidad es el cerdo, lo hacen exquisito, pero queda a deber: la porción es demasiada gruesa y le falta sabor. Mejor voltea a ver la comida del mar, no por nada el pulpo a las brasas es uno de los platillos que más le piden al chef: te lo sirven con una cama de puré bastante digna, otra cosa que debes probar porque está exquisito.
Si vas con espíritu aventurero, pide la Pesca de Aida, elaborada por el chef con los productos del mar que le trajeron ese día desde Ensenada. A ver qué te toca. Cuando yo fui había huachinango y no me supo a pescado descongelado. También todos los ingredientes de las ensaladas vienen de Xochimilco y se busca que las vacas duranguenses de donde salen los cortes nunca se estresen (cuando yo fui, a finales de septiembre, el chef me explicó que no había res porque las vacas estaban estresadas por las fuertes lluvias que habían caído en días anteriores).
Para maridar, pide uno de sus gins, elaborados con el toque de Leonardo: una Ginebra Tanqueray premium con toques cítricos que disfrazan el sabor del alcohol (por si crees que los gin & tonic son muy “fuertes” para tu gusto). También el tonic que utilizan aquí hace que el gas dure más. Y ojo: aunque en Aída tienen muy buena selección de cocteles y gins, la carta fuerte de mixología está en Leonardo, así que si quieres puedes pedir cualquier bebida de ahí.
¿De postre? (si es que aún te queda un espacio, y deberías reservarlo) Pide los buñuelos o las morelianas, que son más ligeras. De éstas, el toque especial es la crema de amaretto que las acompaña.
Si bien la comida de Aida es muy buena, lo que te hará regresar a sus brazos es su ambientación, su servicio y sus cocteles. Vale la pena que reserves y que vayas con tiempo. Si te la quieres seguir ahí mismo, súbete a Leonardo y relájate en uno de sus sofás.
Facebook: Restaurante Aida
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Twitter: @restauranteaida