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RESEÑA Cocina clásica mexicana a cargo del chef Muñoz Zurita. | 4 PUNTUACIÓN TOTAL |
Isabel la Católica 30 Entre Francisco I. Madero y 16 de Septiembre Col. Centro De La Ciudad De México Tel. 5510 1316 |
Horarios:
Precios:
$ 300 - $ 350lun-sáb 9-1:30 h, dom 9-18 h. |
Generos : Mexicana
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Servicios:
Desayunos, Reservación recomendada, Abierto en Domingo, Comida de negocios, Ideal para grupos grandes, Valet parking, Servicio de bar, Servicio para llevar, Carta de vinos destacable, Facilidades para discapacitados, Buenos postres, Terraza, Cena romántica, Brunch, Internet Inalámbrico, Ambiente familiar, Cumpleaños, Para ver deportes, Para precopear, Girlie, Para socializar
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La arquitectura, ubicación y diseño son factores clave en la definición del concepto de un restaurante. Basta con que un lugar prescinda de los manteles para anticipar cierta informalidad en el servicio o que los experimentos de la cocina de vanguardia necesiten algo más que un plato redondo para indicar que se están ‘saliendo del molde’.
En los ‘Azules’ de Ricardo Muñoz Zurita la locación es tan protagónica como el color: Azul y Oro y su vínculo con el orgullo puma de la UNAM, Azul Condesa y ahora Azul Histórico en Isabel la Católica, en la que el chef reafirma su sociedad con Gonzalo Serrano y Salomé Alvarez (ambos, ex propietarios de Ligaya).
El Azul Histórico tiene la misma carta que sus antecesores pero la experiencia varia con los detalles: el lugar es una gran terraza que por las noches tiene una iluminación muy tenue. A pesar de estar ‘al aire libre’ cualquier ruido de la calle es ajeno y algo que lo hace excepcional son las enramadas que se tejen para formar un techo de hojas. El edificio, que es el palacio de Miravalle, sera próximamente el nuevo hotel del Grupo Habita, Dowtown.
En su programa de radio (codigococinamexicana), Ricardo Muñoz ha dicho que aunque es un representante de la cocina tradicional, también tiene un interés por la cocina contemporánea. En el caso del Azul, la vajilla habla de la posición del chef: el mezcal se sirve en jícaras decoradas con motivos mexicanos y como este hay detalles que tienen acabados contemporáneos.El menú se presenta con una disposición muy similar, cabalgando entre recetas que Muñoz ha recuperado de sus viajes con un ligero twist.
Si hay algo que retoman los platos del Azul de la tradición mexicana es el colorido, un ejemplo es el verde de las empipianadas rellenas de minilla (un guiso de sabor dulce que se prepara con camarón, pasas y nueces) que forma parte del menú especial del festival Alma Jarocha (más adelante habrá otros festivales; uno de chiles rellenos,
De la carta regular los moles son una tentación (hay amarillo con venado, mole negro con buñuelos de pato y res con chichilo negro). Aunque hay platos más ligeros como el tartar de sierra servido con guacamole o el salpicón de venado deshebrado con aguacate y jitomate. Al centro, no falla, una salsa tabasqueña.