Vive Latino 2015: Día 2

Día 2 del Vive 2015: Entre calor ardiente y lluvia. Comeeeeeenzaaaamoooos…  Lee aquí lo mejor del día 1 El día 1 en imágenes A Band of bitches y el calor desde el Noreste CalienteBaile en el escenario Tecate Titanium…

Día 2 del Vive 2015: Entre calor ardiente y lluvia.

Comeeeeeenzaaaamoooos… 

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Lee aquí lo mejor del día 1

El día 1 en imágenes

A Band of bitches y el calor desde el Noreste Caliente
Baile en el escenario Tecate Titanium

(Por: Verónica Chávez)

Un poco de funk, un poco de rock, pinceladas de pop y resulta A Band of Bitches.

No esperábamos que a las 2:45 de la tarde pegara el sol pero así fue. Mientras las nubes se esparcían y el calor se sentía, el proyecto de Jonás de Plastilina Mosh puso a varios y a bailar.

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Sudados y con las primeras chelas de la tarde, para el público el mejor momento fue “Noreste Caliente”, y vaya que se sentía porque el propio líder de la banda se quejó de llevar sus características máscaras de látex.

Con “La marcha de las putas” cerraron una buena presentación para comenzar ya el segundo día del Vive Latino 2015. (Foto: Verónica Chávez)

 

Monsieur Periné, el canto coqueto del Vive Latino

La banda colombiana le da cadencia y sabor a escenario Indio.

(Por: Francisco Rivera)

El sol estuvo a favor de esta agrupación colombiana cargada de swing, pop, jazz y por supuesto cumbia. Contra todos los pronósticos, el sol salió, y el canto libertario de esta banda también apareció.

“¿Quién lleva la música latinoamericana en el corazón? Es una bandera de libertad”, destacó Catalina García, la voz de Monsieur Periné. Este grupo le puso el ritmo y la cadencia al escenario Indio por 40 minutos, un espacio que poco a poco se fue nutriendo de oídos atraídos por los metales y las percusiones latinas.

La banda abrió con “Swing with me”, una pieza que sirvió de antesala para un clásico de Álvaro Carrillo: “Sabor a mí” (Pregúntale a tu papá). El cantautor dominicano Vicente García se subió al escenario para acompañar a Catalina, quien usó un vestido con los colores de su país. Quizá el momento climático fue con “La muerte”, la canción más ovacionada por su carácter festivo, su sección de metales y el baile de Catalina.

Monsieur Periné desentumió piernas: las puso a bailar y saltar para dejarle calientito a DLD la pista del Foro Sol 

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Monsieur Perine (Rafael Rivera)

 

El gypstep llegó al DF: Molotov Jukebox

(por: Fabiola Pichardo)

En punto de las 16:10, Natalia Tena, vocalista de la banda, junto con el resto de los integrantes de Molotov Jukebok, apareció en la Carpa Rockampeonato. El espacio ya estaba casi lleno por completo cuando iniciaron con la primera rola.

Es la primera presentación de la banda en un escenario azteca y esto representa un gran paso para ellos: “Venir a México era un sueño, y ya se nos cumplió”, dijo la vocalista.

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No era una banda de las más esperadas en esta edición, pero tal vez el morbo de ver a Natalia Tena fuera de las escenas de ‘Game of Thrones’  y ‘Harry Potter’ hicieron que tuvieran buena aceptación.

Esta banda inglesa, que tiene una propuesta ‘diferente’, mezcla sonidos gitanos y latinos. Me me recuerda un poco a Gogol Bordello. A la mitad de su presentación, dedicaron una canción a México aunque, sin duda, la rola que más prendió fue ‘Don’t Panic’, misma que habla acerca de la muerte como algo que todos debemos esperar sin temor, así lo explicó la vocalista.

Con una corta carrera, iniciada apenas en 2010, Molotov Jukebox deja un sello fresco y ganas de más.


La Revolución de Emiliano Zapata: Un pedacito de Avándaro

(Por: Oswaldo Betancourt)

Las nubes taparon el cielo y el escenario Tecate Titanium se convirtió en un pedacito de Avándaro. El bajo dio pie, la batería le hizo segunda, se unieron los teclados y después entraron las guitarras.

Los que asistieron tuvieron la oportunidad de ver a una leyenda viviente y estos dieron cátedra. En su primera rola sonó un solo de guitarra de esos que ya no se atreven a hacer las bandas de ahora; pero ellos bien saben que son un grupo y a lo largo del concierto cada uno tuvo su oportunidad de demostrar el domino de su instrumento.

Pasaron dos rolas y llegó el turno de una de las mejores canciones de la historia del rock nacional: “Nasty sex”. Fue una experiencia única oírla en vivo: una chica se movía al ritmo de la música, parecía una hippie traída de los 70.

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“Lábaro oficial”, “Mala suerte” y “Vértigo” fueron un preludio para otro momento mágico. Javi empezó a cantar una de rola de su autoría, “Mi forma de sentir”, y coincidió que en la primera frase (‘Cada vez que veo salir el sol, como hoy…’) se despejó el cielo.

La Revo se merecía estar en el Vive Latino. Son una banda que sigue disfrutando la música: prueba de ello es que durante “Ciudad perdida” jugaban con la música, improvisaban un poco y hasta se echaron un fragmento de “Black Magic Woman”. No solo hay propuestas nuevas en el festival: también es un lugar perfecto para reencontrarnos con nuestras raíces.

 

DLD ya entró a las grandes ligas
La banda llenó el escenario principal

(Por: Verónica Chávez)

Me queda claro: DLD (antes dildo) ya entró a las ligas mayores del Vive Latino.

Una vez que el disco “Primario” (2013) cuajó, les dio el impacto que buscaban cuando participaron en el Rastreo de Bandas de Órbita FM (ahora Reactor) hace más de 10 años.

Les ha costado, pero el gran trabajo lírico y armónico de este material hizo que esta tarde se llenara el escenario principal para verlos y por eso el setlist de una hora incluyó “Arsénico”, “Sea”, “Viernes”, “Todo cuenta” y “A distancia”.

Por supuesto no se olvidaron de sus inicios y escuchamos “Dixie” y “Por siempre”, canción con la que cerraron y que fue de las más coreadas junto al tributo a José José, a quien le dedicaron “Mi vida”. 

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Del Vive a SXSW: Centavrvs rinde homenaje a La Maldita.

Por: Oswaldo Betancourt

Había lluvia programada para este sábado, pero el sol aplastaba el escenario principal cuando Centavrvs inició la jornada musical del día.

“A bailar y a volar con el Centavrvs, mis niños”, dijo Demián Galvéz, el vocalista. Abrieron el repertorio con material nuevo: “Por eso”, seguida de “Sombras de Oro”.

No se descuidó el aspecto visual: hubo algunas animaciones, además de cuatro chicas que acompañaron a la banda bailando en un par de canciones y dando taco de ojo a los que andaban por ahí.

“Chiquita Milagrosa” se fusionó con “Morenaza” de Maldita Vecindad, un pequeño tributo a los pachucos. Sin duda, ése fue el mejor momento del concierto.

Siguió un tema dedicado a todos: “más música, menos violencia, menos balas, menos televisión, ¡nos faltan 43!”, dijo el vocalista a modo de introducción para “Colibrí”. Luego fue “La Noche y un Huracán”.

Terminaba su tiempo y con dos canciones cerraban su turno. Una fue “Jerónimo”, la otra “Mañana no”, para los que andan del tingo al tango, como ellos, que de este escenario se van al de SXSW.

[Checa aquí las mejores fotos del día 2 del Vive 2015]

Enjambre y Zacatecas le cantaron al DF

Por: Fabiola Pichardo

Sin retraso, los zacatecanos iniciaron en punto de las 6 pm con su toquín. Los asistentes ya estaban esperando para cantarle al amor y al desamor.

El escenario Indio ya estaba abarrotado para entonces. Luis Navejas saludó y agradeció a la banda chilanga por su presencia.

Tenían un reto muy grande: superar a DLD y las expectativas de los fans que se quedaron en el lugar para verlos. Durante las primeras canciones que interpretaron fue curioso ver cómo muy pocos asistentes las coreaban y se debía a que la gran mayoría pertenecían a su nuevo disco, aún no muy conocido.

Lo interesante llegó después, cuando poco a poco se alcanzaban a ver grupitos de amigos abandonando el escenario un poco decepcionados por la presentación que estaban viendo.

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“Es como si estuviéramos en un bar”, dijo un chico que se retiraba, refiriéndose a que a la banda le faltaba esa chispa y euforia que prende un concierto.

Las más coreadas fueron “Visita” y “Manía cardíaca”. El vocalista agregó que “a pesar de la situación complicada que se vive en el país, todavía se puede cantar”.

La propuesta visual que acompañó esta presentación fue un poco tediosa e incluso aburrida: animaciones de niños jugando con planetas y los mismos integrantes rodeados de unas luces que hacían alusión a la psicodelia.

Si algo es seguro es que Enjambre ya se la sabe, pues con su quinta aparición en este festival ya tienen la piel curtida en estos escenarios.

[Aquí está el día 1 del VL15 en fotos]

Interpuesto, soberano del desmadre
La banda de rock urbano dictó el slam en el Tecate Titanium

Por: Francisco Rivera 

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Interpuesto (Francisco Rivera)

Con esta banda de Cuatitlán Izcalli la mota, el slam y la polvadera reinaron en el escenario Tecate Titanium.

Pocas bandas tienen el poder para sacudir a sus seguidores a la menor provocación. Interpuesto los pone a saltar, a que silben una letra o que abran círculos para rendirle tributo al baile a codazos y patadas.

El grupo liderado por Gonzalo Olvera es un veterano de los escenarios: sus tablas se notaron con una ejecución limpia de sus canciones. Entre las más celebradas estuvieron “Historia de un minuto” (sí, ésa de los silbidos que seguro has escuchado hasta el hartazgo en el microbús o en el Metro), “Volveré”, “Entre más te conozco”, “Quién te cantará”, “Una rola de amor” y “Un minuto de amor”.

La fiesta estuvo a ras de piso, entre la banda que acompañaba cada palabra cantada por el vocalista; esos seguidores que, emocionados, lanzaban sus tragos al aire, que levantaban los brazos y que bailaban entre pasitos cortos al mero estilo trisolero.

Fueron 40 minutos de rocanrol genuino, de ése que se reproduce entre bodegas, deportivos y salones de las zonas populares de la Ciudad de México y su área metropolitana. 40 minutos insuficientes para unos fans que quedaron prendidos y que, sin éxito, pidieron otra después del cierre del grupo.

[Lee aquí la reseña del concierto de Caifanes]

San Cisco: Música de millennials para millennials

Por: Oswaldo Betancourt

Menos de media carpa del escenario Rockampeonato esperaba a los australianos. El ligero retraso de la banda permitió que llegara más gente. La mayoría, menor de edad o no pasaba de los 25 años.

No hubo mucho problema más allá de un par de veces que tronaron las bocinas al inicio. Se arrancaron con “Golden Revolver”, “About you” y “Gracetown”, ésta última de su nuevo disco.

El Vive es un espacio para todos, por eso esta banda para chavitos tuvo en su primera visita al país un nutrido bloque de 40 minutos para alegrar a sus fans mexicanos, que con “Awkward” pusieron el piso a temblar.

“Too much time together” y “Beach” se sumaron en su lista. Mientras Jordi, el vocalista, le daba sorbos a una chela (además se dejó la barba y con eso quedó atrás su imagen infantil), Scarlett Stevens (que también se veía más madura) se animaba desde su lugar en la batería.

Lo mejor, como en los buenos conciertos, vino al final: a “Run” le fue muy bien, pero la fiebre juvenil se desató con “Fred Astaire”. Quizás era el primer Vive de muchos: bienvenidos todos al mundo de los festivales.

 

Brandon Flowers: una probadita de The Killers, pero en rosa.

Por: Fabiola Pichardo

“¿Qué pasa México?” fue la frase de bienvenida que Brandon Flowers dio al Vive Latino.

Enfundado en un saco gris galáctico, estaba dispuesto a quitar de la mente la idea que tenemos de él gracias a The Killers, pero las primeras cuatro canciones de su primer material pasaron casi desapercibidas. Sin embargo, llegó la hora de “Read my mind” y fue cuando la mayoría de los asistentes corearon al ritmo de lo que parecía una versión más pop de este clásico.

En el fondo se veía una pantalla iluminada con la frase “The Desired Effect” que sólo cambiaba de color de vez en cuando.  Su propuesta visual quedó en la simpleza y en lo estático.

Un gran apoyo que tuvo en todo momento fueron las dos coristas que lo acompañaron. Cuando de nueva cuenta comenzaba a ponerse tediosa su presentación, volvió a recurrir a un clásico que sin duda despertó el ánimo, esta vez fue “Mr. Brightside”. 

Dejó con ganas de ver otra cosa diferente a lo que The Killers puede ofrecernos. ¿Será que sólo puede prender a su público con más de lo mismo?

 

Plácido concierto de Lucybell
Los chilenos intercalaron sus éxitos en el Vive Latino

Por: Verónica Chávez

El rock que interpreta Lucybell es de esos calmados, nostálgicos, con letras melancólicas de amor. No venían desde 2007, así que siete años ya ameritaban que los chilenos tocaran en México y qué mejor que en el Vive Latino.

“Caballos de histeria”, uno de himnos de la banda, sirvió para que sintiéramos ese deseo contenido de Claudio y compañía por el público mexicano. Unos bailes y algunos sonidos electrónicos le dieron buen sabor al show.

Pero sin duda escuchar “Mataz” y “Mil caminos” conmovió gargantas hasta el punto de rebasar la voz de Claudio, quien abandonó el micrófono y sonrió mientras escuchó al público cantar.

Aunque de pronto los arreglos electrónicos de estas rolas fallaron y el sonido estaba fatal (graves distorsionados que no permitían disfrutar), la banda se despidió de manera grande con “Cuando respiro en tu boca”. 

Bien por los que se lanzaron a verlos, porque sin nuevo material desde 2010, quién sabe cuándo vuelvan a México.

 

Hágase el electrobaile: El columpio asesino

Por: Francisco Rivera

La banda de Pamplona, España, atascó la Carpa Rockampeonato y aún así sus seguidores se las ingeniaron para bailar hipnotizados bajos los efectos de los sintetizadores.

La noche abrió paso a una de las bandas más buscadas por los asistentes al Vive Latino. Los fans se acomodaron como pudieron ante el poder de convocatoria de
la agrupación. Hubo quienes incluso treparon las estructuras que sostienen la carpa.

El columpio cumplió con piezas como “Perlas o Diamantes”, pero conforme se agotaba el tiempo de la presentación los fans clamaban por “Toro”, una las piezas más populares del grupo. Y el público fue complacido: la agrupación cerró con ella y lo puso a bailar toda la noche, o al menos mientras abandonaba el espacio.

 

S7N: poder sin concesiones
La banda de metal chilanga taladró la Carpa Intolerante

Por: Francisco Rivera

Y el metal se hizo. La banda defeña S7N reventó los oídos con sus riffs machacantes en las guitarras y sus bombos veloces en la batería.

Llenó la carpa y la lluvia fue neutralizada al interior con el fuego que escupía el escenario. El grupo inspirado en Metallica y Megadeth despertó la furia, que se manifestó en slam y en el headbanging.

El show se acompañó de humo y luces que acentuaron un power metal de buena manufactura, quizá no tan rápido, pero bien ejecutado, y con una voz grave, imprescindible en este género.

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[¿Quieres leer qué tal le fue a Happy Mondays en su debut mexicano?]

 

La Cuca se renueva pero satisface con clásicos

Por: Oswaldo Betancourt 

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Pocos tienen la capacidad para convocar tanta gente, la Cuca lo logró: atascó el Tecate Titanium y sin aviso, sin saliva, sin nada de nada se dejó venir “La pucha asesina” y el “Hijo del Lechero”.

Ya llevan un cuarto de siglo haciendo música que hasta puede llamarse subversiva. Ahora están renovados con la inclusión de Alex Otala en las seis cuerdas. Este chilango es un guitarrista virtuoso (por no decir una chingonería) con este instrumento.

“En el Nombre del Rock and Roll” estuvo dedicada al alto mando del gobierno actual, mientras que “Gordibuena” sigue siendo la misma carta de amor que ha sido siempre. Probaron con “Más daño”, un tema nuevo; y luego, “Mátame antes”.

Elis Paprika y las vocalistas de Descartes a Kant fueron invitadas a cantar porque son “mujeres que no tomaron el camino fácil de la caca pop”, dijo el vocalista tapatío, que en seguida soltó “Arre Lulú”.

De nuevo fue el turno de los clásicos: después de “Alcohol y Rocanrol” las gargantas ya estaban calientes y listas para aguantar “La Balada” y “El son del dolor”. En la primera José desgarraba con su voz y en la segunda por momentos él no se escuchaba por culpa del coro multitudinario.

Y después… después se armó El Señor Slam con “Señorita Cara de Pizza”, que fue la finta de un final más destructivo aún, con “Implacable” de fondo.

Apocalyptica estremece a los mexicanos con sus violoncellos

Por: Oswaldo Betancourt

Si alguien no conoce a Apocalyptica podría pensar que unos finlandeses tocando chelos son algo demasiado elegante para el Vive. Esa sería una equivocación, de hecho son perfectos para el Tecate Titanium, el escenario más pesado que hay por acá.
 
Tan pronto como salieron, las cuatro cuerdas de los tres violoncellos instrumento estremecieron y nunca fueron opacados por la batería o la voz.
 
“I’m not Jesus”, “Cold blood” y “Path”  fueron del primer conjunto.Ellos tocan de pie, pero se sentaron para “Nothing else matters”, de su disco tributo a Metallica. “Shadowmaker” tuvo un ligero intermedio y los del viejo continente cantaron por un momento “Llorar y llorar”.
 
Ahora querían oír a su público “no viajamos desde Finlandia para decepcionarnos”, y como no iban a cantar si era “Sick and Destroy”, solo que acá no hay slam, solo un poco de headbanging. Antes de iniciar6 esta pieza (aquí sí aplica el término) Perttu Kivilaakso se quitó la playera, para el deleite de varias try to make it feel.. and thats all i do” se dieron un taco de ojo.
 
“I don’t care” fue la penúltima canciónara cerrar una pieza en verdad clásica: “Hall of the mountain king” con el toque apocalíptico del grupo

Inyección electroacústica con Telefunka 

(Por: Verónica Chávez)

Pasaron 10 minutos después de las 21:40 que marcaba el programa como el horario de aparición de Telefunka. Con mucho preámbulo por fin pudimos ver a los integrantes del trío en acción. 

La bienvenida fue atípica pues Giancarlo Fragoso agradeció a los que llenaron la Carpa Intolerante porque eligieron verlos a ellos en vez de a “Caifanes, que son unos grandes”.

Con los primeros sonidos, el escenario principal salió del radar y comenzamos a disfrutar de un buen baile gracias a la electroacústica de estos jaliscienses, quienes nos quitaron el frío que dejó un chubasco que heló al Vive Latino.

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Telefunka. (Verónica Chávez.)

Temas como ‘Zenit’, ‘Robot’ y ‘Desechable’ hicieron que los 45 minutos de espectáculo pasaran volando mientras también los integrantes de la banda lucían sus trajes de astronauta y presentaban rolas de su nuevo material ‘Eureka’, del que por cierto tocaron ‘Estereoluz’ acompañados de Renee Mooi.

La sorpresa de la noche fue cuando Giancarlo se bajó con todo y saxofón y se le apareció al público en pleno show.

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