Veinte años no son nada, apenas una despedida a la adolescencia. Una bienvenida a la pachanga de a de veras. Una fiestota, eso sí, llena del rock, acid jazz, salsa, funk, cumbia, electrónica y todos los ritmos que engloban la música de Los Amigos Invisibles.
Veintidós minutos después de las nueve de la noche sonaron los primeros acordes de “Qué rico”, tema con que inició la fiesta que se prolongó hasta pasadas las 11 de la noche. "Nunca yo te había dicho lo rico que es estar contigo", fue el mensaje que los amigos nos enviaron desde el escenario del Metropólitan. Y todos "los panas" nos pusimos de pie para empezar la juerguita. Y nadie pudo/quiso volver a sentarse.
Fieles a su estilo y su filosofía –tanto musical como personal– , Los Amigos Invisibles interpretaron temas que combinan el inglés, francés y español. Fueron del "Amor is to love you, amor is to care. Amor is to people with something to share" al “para papapapara para papapapapara” de su canción “Sexy”.
La explosión musical que la banda armó es una de las razones que los ha mantenido unidos durante estos 20 años. Y, a propósito de su visita a nuestro país, la banda rindió un homenaje a sus fans mexicanos con "La arena estaba de bote en bote, la gente loca de la emoción". Sí, "La cumbia de los luchadores" y el público –enardecido– como dice la canción no podía no dejar de bailar, sin que les importaran las butacas o el espacio chiquitito.
Los venezolanos siguieron con “Cuchi Cuchi”, “Sueño Erótico” “Plastic Woman", "Cachete a cachete", "Playa Azul" y "Diablo" y estrenaron “Sex-appeal". Y no podía faltar: "Mentiras".