The Wombats orgullosamente se presentaron en El Plaza Condesa. Un show íntimo, lleno de energía y con un público escaso pero frenético. El trío de Liverpool ofreció un set de 16 canciones interpretadas con gran maestría.
Fue una noche de decisiones serias, ya que ayer se presentaron tres grandes bandas en la Ciudad de México. Todas con una calidad sonora de alta calidad y diferentes propuestas. Quienes se animaron a ir a El Plaza tomaron una decisión muy sabia.
The Wombats abrieron la noche con “Our Perfect Disease” extraída de su segundo álbum y con esta rola marcaron el ritmo de la noche que estuvo llena de canciones rápidas, bailables y ruidosas.
A lo largo del show el público dejaba ver su gran entusiasmo por la banda. En ningún momento dejaron de gritar, y la banda lo agradeció con una entrega total. El hecho de que hayan asistido pocas personas resultó positivo, ya que el show tuvo una atmósfera más honesta.
Sin duda uno de los mejores elementos de la banda inglesa es Tord Øverland-Knudsen, el bajista que destrozó el bajo con una energía explosiva. Fue él quien más intercambio tuvo con el público y el integrante más festejado de la noche.
“Thechno Fan” y “1996” sonaron para calmar el show y The Wombats presumieron su gran calidad musical. Finalmente Tokyo dio paso al encore que indudablemente fue la mejor sección de la noche. Anti D y Let’s Dance to Joy Division fueron las piezas más festejadas de la noche. Todos los presentes brincaban y gritaban con todas sus fuerzas.
The Wombats conocieron el cariño y respeto del público chilango; un público único e inigualable.