Anoche, con una audiencia conformada en su mayoría por treintañeros, The Stones Roses hicieron su aparición en el escenario del Pepsi Center WTC alrededor de las 21:20 horas. Ian Brown (voz), John Squire (guitarra), Reni (batería) y Mani (bajo) iniciaron el espectáculo con “I Wanna Be Adored”.
Vestido completamente de negro y con una imagen de una pintura de Caravaggio estampada en su playera, Brown saludó a los presentes con un perfecto español: “Hola, ¿cómo están?”. La banda hizo un recorrido por sus dos únicos discos, los cuales les valieron ser precursores del brit pop en los años noventa e influencia directa de bandas como Oasis, Blur y The Libertines (cualquier parecido con su arrogancia en escena no puede ser mera coincidencia).
Siguieron “Mersey Paradise”, “Sugar Spoon”, “Sally Cinnamon” y “Fools gold”, mientras el escenario se vestía con juegos de luces y Brown seguía las melodías al ritmo de un par de sonajas con cascabeles, las cuales regaló al público junto con el setlist de la noche, flores y hasta una bandera de Inglaterra con la que se limpió el trasero mientras gritaba: “Englishmen are pirates”.
“Shoot you down” fue el momento perfecto para que Squire luciera sus dotes como guitarrista. “Waterfall” y “Made of Stone” fueron dos de los temas más esperados y coreados de la noche.
Pese a que el lugar no estuvo ni cerca de llenarse, los fans salieron con un muy buen sabor de boca tras los 80 minutos de buena música, cerveza y mucha nostalgia.
La sesión concluyó con la gran “I am the resurrection” y un “Viva Chicharito” con el que los ingleses abandonaron el escenario de su Reunion Tour.