ACTUALIZACIÓN (1 DE DICIEMBRE 2014): El concierto regresará al DF este 8 de marzo de 2015 a la Arena Ciudad de México, a las 8 pm.
Los boletos salen a la venta al público en general el 9 de diciembre y días antes para tarjetahabientes. Costo: de 250 a 1050 pesos.
NOTA ORIGINAL:
Acudimos puntuales a la cita en el Auditorio Nacional teniendo a la Trifuerza de nuestro lado, y con ello ahuyentando al tráfico que pintaba para ser infernal esa tarde. En medio de cosplays y mucha vendimia oficial (que dejó mucho qué desear) nos instalamos para vivir uno de los sueños de todo videojugador: escuchar en vivo la música de uno de tus videojuegos favoritos interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional (ni más ni menos).
Fue la primera vez que la OSN interpretaba la música de un videojuego, y también fue la primera vez que este espectáculo se presentaba en nuestro país, después de una serie de conciertos 100% exitosos en otras partes del mundo.
Symphony of The Goddeses cuenta la historia de Hyrule, la mítica tierra donde el videojuego de Nintendo The Legend of Zelda tiene lugar. El programa abarca cuatro movimientos y una obertura, además del clásico encore “no planeado” casi al final del concierto.
Era imposible no sentir que se te enchinaba la piel con las primeras notas clásicas que entraban por tus oídos. El espectáculo, a la par de la música, contó con pantallas donde se proyectaron los mejores momentos de la odisea de Link, la Trifuerza, Ganon y la princesa Zelda; las mazmorras, los bosques, los templos y los carismáticos personajes; las épicas batallas, los acertijos y la nostalgia.
En general, el Auditorio Nacional, lleno en un 95%, respondió con júbilo a cada una de las notas. Kakariko Village, Song of Storms, Fairy Mountain y Gerudo Valley arrancaron los gritos más sonoros. De todos los juegos repasados, fueron Ocarina of Time y Majora’s Mask los que más emocionaron a la generalidad, pero el autor de este texto particularmente casi saca unas lágrimas al oír los breves acordes de Zelda II: The Adventure of Link.
La música estuvo acompañada de algunos momentos de humor involuntario protagonizados por la agradable traductora que los productores del show llevaron para platicar con el público; su desempeño dio mucho de qué hablar, pero no nos importó, preferimos concentrarnos en las siguientes melodías y en toda la nostalgia que sentíamos al recordar cada paso que hemos dado junto con Link a lo largo de tantos años. Tampoco hicimos mucho caso al incesante llamado de los organizadores a comprar, comprar y comprar.
El desempeño de los músicos y de la directora de orquesta fue maravilloso, pero lo mejor de todo fue el coro que se encontraba en el fondo del escenario, el cual provocó no sólo lágrimas, sino también escalofríos. Ese toque humano que se fusionó con los instrumentos provocó movimientos simplemente sublimes y épicos.
Cabe recordar que el apoyo del público a este tipo de eventos es fundamental para que se repitan, no sólo los de Zelda sino muchos otros que existen, como los conciertos de Final Fantasy, por ejemplo. Tan es así que se abrió una segunda fecha en el DF para diciembre, así que si te perdiste ésta de septiembre, por ningún motivo faltes a la próxima. Sin duda se trató de un momento histórico para todos los que somos aficionados a los videojuegos.