“¿Podemos grabar el concierto de hoy? Presiento que será increíble” esas fueron las palabras de Alison Mosshart durante el soundcheck del concierto de The Kills. Resulta que Mosshart, además de ser una gran frontwoman, es un profeta porque su presentimiento se convirtió en realidad, ya que el corto pero enérgico set del grupo fue tan increíble como lo predijo.
“Estamos tratando de averiguar cómo podemos llevarlos a todos nuestros shows”, dijo Jamie Hince después de un par de canciones, haciendo alusión a la audiencia. Y es que el público fue parte vital en el éxito de la presentación. Los asistentes demostraron su fanatismo con gritos, aplausos y cantando a todo pulmón. Los más coreados eran los temas de Midnight Boom, pero sorpresivamente muchas canciones del Blood Pressures, el último álbum de la banda, resonaron en las voces de cientos de espectadores, como si fueran los primeros éxitos de The Kills.
Desde la primera nota hasta la última, el dúo tuvo control absoluto de la presentación y del público, hipnotizando a los asistentes con los potentes guitarrazos de Hince o los embrujantes movimientos de Mosshart. Cabe resaltar que la estrella absoluta del show fue ella, y no es por menospreciar el gran trabajo que hace Jamie, pero la multifacética presentación de la vocalista fue lo que hizo imposible dejar de ver el escenario. En canciones como “Now Wow” y “Sour Cherry” Mosshart se convirtió en una desenfrenada fuerza que gritaba y se movía bruscamente a lo largo del escenario, casi como si estuviera poseída por la música.
En otros temas como “Tape Song” y “You Don’t Own the Road”, Mosshart se convirtió en una viciosa femme fatale que al cantar lucía intrigante y a la vez atemorizante. Curiosamente el mejor momento de Mosshart no llegó en las canciones en que bailaba frenéticamente o donde emitía alaridos cual banshee rockera, éste llegó cuando interpretó la baladesca “The Last Goodbye”. Aquí la cantante se vio vulnerable, frágil pero sobre todo conmovida por la propia canción y la fuerte ovación que recibió del público. Sin problemas podemos asegurar que hoy en día, Mosshart es una de las mejores frontwomen de la música.
A pesar de que Alison es la estrella, la banda y su gran presentación en vivo no funcionarían nada sin Jamie Hince. La peculiar crudeza con la que Hince toca su distorsionada guitarra es absolutamente responsable del incomparable sonido de The Kills y la base del show. En vivo, Hince es la prueba viviente de cómo debe ser un rockstar, y cada movimiento parece ser fríamente calculado para hacerlo ver mejor que el anterior.
Al unir el talento de Hince con el dominio del escenario de Mosshart, el resultado es una fuerza imparable. Ayer en el José Cuervo Salón esa fuerza se hizo presente y apoyada de un gran público y un excelente sonido dieron como resultado uno de los mejores conciertos del año. El grupo terminó el concierto agradeciendo a México porque no podían imaginar una mejor forma de cerrar su gira norteamericana y a nosotros sólo nos queda decir que el sentimiento es mútuo.
Setlist:
No Wow
Future Starts Slow
Heart is a Beating Drum
Kissy Kissy
U.R.A. Fever
DNA
Satellite
Tape Song
Baby Says
Black Balloon
You Don’t Own the Road
Sour Cherry
Encore:
The Last Goodbye
Last Day of Magic
Pots and Pans
Fried My Little Brains