Robert Smith es un nombre que debe escribirse con mayúsculas por el respeto que merece su presencia en el mundo de la música. Smith sabe perfectamente cómo complacer a su público y no se limita. Así lo demostró anoche, en una presentación emotiva, maratónica y de júbilo total.
La Ciudad de México es caprichosa y pocas veces colabora para dar pie a grandes presentaciones al aire libre; sin embargo, The Cure tuvo todos los factores de su lado. Incluso el temblor de 5.8 grados que precedió su presentación sirvió para recalcar la importancia de la banda y hacer que esa noche quedara tatuada en la memoria de todos sus fans.
El concierto inició con “Open” y con sólo escuchar un par de acordes el público se entregó en cuerpo y alma a todos los movimientos de Robert Smith. Continuó con “High” y para cuando “The End Of The World“ sonaba, el Foro Sol ya era la fiesta de cumpleaños más grande del mundo con 57, 500 invitados de honor.
“Lovesong”, “Just Like Heaven”, “Close to me” y “Boys don’t cry” fueron de más cantadas en una noche que representaba el cierre de la gira por Latinoamérica, y el regreso de The Cure a tierra chilanga después de 6 años.
Simon Gallup, Jason Cooper, Roger O’Donnell y Reeves Gabrels acompañaron a Robert Smith en la nada difícil tarea de invadir cada rincón del Foro Sol con temas que más bien parecían himnos para sus fans.
50 canciones en una noche es un reto enorme para cualquier músico. No sólo por el desgaste físico, sino por mantener la atención del público durante más de cuatro horas. Robert Smith y compañía lograron hacerlo con la frente en alto, la atención plena del Foro Sol y la ansiedad de que llegara el momento de escuchar temas como “Fascination Street”, “The Lovecats” o “Killing another”.
Cuando se tiene una calidad musical como la de The Cure, toda la parafernalia de escenarios desplegables, instalaciones y coreografías pasa inadvertida. El juego de luces y las proyecciones que traían crearon una atmósfera mágica, agradecida por sus fans. Y transmitieron la emoción de Smith, del escenario hasta la última grada del foro.
El setlist incluyó temas para todas las generaciones de fans de la banda. Rolas desde “Friday I’m in Love” hasta “The Same Deep Water As You” sonaron para complacer todos los oídos que realmente nunca quedaron satisfechos del todo ya que en cada encore la gente pedía más y más.
Finalmente, tras 4 regresos al escenario en una sola noche, The Cure cerró su presentación con “Killing An Arab” y así terminó uno de los conciertos más emotivos y brillantes de los que ha sido testigo la Ciudad de México. Sin duda alguna, México ama a The Cure.