Cuando me dijeron que tendría la oportunidad de entrevistar a Sasha Grey no sabía qué pensar, ni qué esperar. La verdad es que tenía una vaga idea de quién era; su nombre me parecía muy familiar. Así que me puse a investigar más a fondo. Lo primero que hice fue buscar fotos de ella en Google. Mi idea no resultó tan buena, menos por estar en la oficina: en la mitad de las imágenes que arrojó su búsqueda sale desnuda. Afortunadamente nadie se asomó a mi pantalla cuando hacía “mi investigación” y así me tuve que ahorrar una pequeña explicación que enunciaría: “es mi chamba”.
Tras conocer más sobre ella, me empezó a intrigar su historia como persona. Quizás es un gran cliché preguntarme: ¿por qué una mujer de apenas 18 años tan guapa como ella querría dedicarse al porno? Pronto lo descubriría y, por alguna extraña razón, incluso lo entendería.
Cuando llegué a la conferencia de prensa había mucha incertidumbre sobre cómo se comportaría, de qué forma se expresaría, etc. Todos los prejuicios se diluyeron al momento que salió al escenario. Sasha es una mujer de una belleza muy particular. Irradia mucha seguridad en sí misma, no titubea al hablar y se nota que nació para estar frente a las cámaras. Definitivamente rompe con cualquier prejuicio.
Tras una exhaustiva ronda de preguntas por parte de los medios, fue mi turno de estar cara a cara con ella. Y conocerla realmente. Debo confesar que me sentí nervioso, pero al escucharla hablar, el nerviosismo se transformó en interés genuino. Esto fue lo que me platicó.
¿Cómo fue tu primer acercamiento a la industria del porno?
Estaba en la prepa, tenía 17 años. Era una idea con la que había coqueteado y de la que me había reído. Después decidí investigar sobre la industria, hacer una lista de pros y contras; por qué habría de hacerlo o por qué no. Pasé siete meses pensando en eso, investigando lo que más pudiera hasta que estuviera totalmente segura de que quería hacer eso y entonces decidí dar el salto.
¿Alguna vez tuviste miedo a hacer algo dentro del porno?
Humm… obviamente lo que más me daba miedo era mi salud. Es algo que siempre está en mente, pero es un riesgo que tienes que tomar si de verdad quieres hacerlo. Pero al mismo tiempo, cuando estuve en la industria los requerimientos de prueba eran muy estrictos y, desde mi punto de vista hay mucho menos riesgo dentro de la industria que fuera, porque estás trabajando con un equipo de personas que están siendo examinadas constantemente, en vez de conocer a alguien en un bar y tener sexo sin protección.
¿Qué extrañas de ser una estrella porno?
Extraño estar en la cara de la gente, salir, hacer lo que quiera y decir lo que quiera porque te puedes salir con la tuya. Hay mucho lugar para la expresión y la libertad.
¿Con ese background es difícil ser tomada en serio?
Sí, claro. Siempre es un reto. Cuando decidí renunciar, estaba haciendo ambas cosas a la vez y finalmente renuncié decidida a enfocarme en la actuación. Todavía ahora recibo muchas invitaciones para interpretar escorts, pornstars o strippers, y, como lo he dicho antes, he trabajado con uno de los mejores directores vivos, estuve en uno de los mejores shows interpretando una versión ficticia de mí misma. No puedes ir más arriba de ahí, sólo puedes bajar. Así que he rechazado rolls que están orientados a cualquiera de esos papeles, porque le da a la gente una excusa para decir “sólo está siendo ella misma” y quiero darle eso a la gente.
¿Qué crees que te hace tan única en lo que haces?
No soy manufacturada por nadie excepto por mí misma. Tengo mis propias ideas y creo que eso es lo que me ayudó a hacer lo que hice cuando estaba en el porno y es lo que me ayuda ahora.
Cuando estabas en la industria del porno, ¿lo hacías únicamente por dinero o era más bien una expresión de ti misma?
Cuando entré al negocio quise cambiar lo que veía. Me gustaba ver porno pero sentía que faltaba algo, así que quise crear arte. Para mí era más bien una especie de performance, sé que no lo puedes ver en un video de 5 minutos pero… está bien. Es lo que recibo de eso y lo que la gente recibe. También lo hice para, de alguna forma, impulsar a la gente a que no tuviera miedo de sus intereses sexuales, ¿sabes? cuando estaba creciendo era muy difícil para mí hablar de mis intereses con mis amigos, a pesar de que fui la última en perder su virginidad. Tenía intereses que ellos no y era muy importante expresar que la gente se atreviera. No era como un “oye, ven y haz porno”, más bien era como un “¡Hey!, aquí estoy. Una voz que representa algo”, quizás no para la industria porno, pero como individuo. Pero también entendí que era un negocio.
¿Cómo y por qué decidiste renunciar a la industria del porno?
Había empezado una compañía con alguien más y terminó a los 3 meses. Estaba haciendo películas independientes, obteniendo ofertas en la televisión y en ese momento mi única opción era empezar desde cero, empezar otra compañía. Pero seguía recibiendo más ofertas y sentí que ya había hecho todo lo que quería como performer así que mi próximo paso era crear mi propia empresa o aceptar las nuevas oportunidades que tenía en frente. Así que decidí tomar ese camino.
Tuviste un problema en una escuela a la que fuiste a leer a niños: cuando los padres descubrieron quién eras, reaccionaron de forma negativa…
Pues, antes que cualquier cosa, creo que lo principal en ese asunto era promover la lectura entre las personas. Así que creo que hacer controversia por la persona que se ofreció como voluntaria regalando su tiempo es tonto, pero comprensible. Y al final del día, la responsabilidad de saber quién va a la escuela de tus hijos a leerles no es mía. No hubo ningún tipo de formato para llenar, o algo parecido. Lo único que hice fue ofrecerme como voluntaria, de otra forma hubiera intentado crear una discusión y preguntar por qué les molestaba, pero tengo una familia, como todos. No estaba ahí para otra cosa más que impulsar a que la gente leyera.
Cuéntame sobre tu libro “The Juliette Society”.
Me inspiré a escribir este libro debido al fenómeno de “50 shades of Grey”. Mucha gente pensó que estaba involucrada en el libro, debido al nombre, así que, aquí estoy. Empecé a trabajar en la propuesta en mayo y comencé a escribir el libro en septimbre. No hay mucho que te pueda decir para no arruinar la trama, pero es acerca de una joven estudiante de cine que, como yo, quiere experimentar sobre su sexualidad.
¿Te gustaría seguir escribiendo en el futuro?
Ya veremos, este sería mi segundo libro. El primero era de fotografías, pero sí. No sabemos.
¿Cuál es tu gran pasión?
El cine, la música y la vida. David Bowie es uno de los artistas que más me ha inspirado. Toda esa gente que se ha mantenido firme a sus creencias y ha logrado grandes cosas.
¿Cuál es tu sueño más grande?
Nunca tener miedo.
¿Cuál es tu peor miedo?
Pienso mucho en los sentidos, como ¿qué pasaría si perdiera la vista, o la capacidad de sentir texturas? Sé que son cosas muy básicas, pero, ¿sabes? No poder disfrutar de los aromas, perder la capacidad de disfrutar las pequeñas cosas de la vida.