Rodrigo y Gabriela no tocan la guitarra: no existe verbo para definir lo que hacen con el instrumento. El dúo mexicano entiende su instrumento de formas que pocos músicos lo hacen.
Este entendimiento fue probado ayer en la noche cuando la dupla se presentó en El Plaza Condesa, casi llenando en su totalidad el nuevo recinto. Su presentación arrancó con una pequeña introducción que después dio pie a “Hanuman”. De ahí en adelante siguió hora y media de canciones de su disco homónimo y del 11:11, cada una causando una reacción apasionada en el público, que entregó todo desde que Rodrigo y Gabriela subieron al escenario.
Los dos integrantes de la banda tomaron el micrófono varias veces a lo largo de la noche para platicar un buen rato con la audiencia, algo que normalmente no hacen tanto en sus presentaciones. Se veían felices, se veían en casa. Rodrigo bromeó sobre cómo llevaban rato de no venir a México y que está muy bonito, agregando que desde su hotel podía ver hasta la parada de pesero de Chapultepec, causando risas entre los asistentes.
También hizo un largo discurso sobre que estarían aceptando peticiones de la audiencia, lo que más tarde fue revelado por Gabriela como una broma. Ella también dio sus discursos, habló un poco sobre sus inicios en la música mexicana y cómo su banda metalera casi tenía que pagar por tocar. Las risas no faltaron, resulta que además de ser maestros de la guitarra los dos pueden ser bastante graciosos. Gabriela prometió regresar en el 2012, con todo y la orquesta con la que grabaron su nuevo disco Area 52. Esperemos que cumplan.
La parte musical la tienen bastante dominada desde hace rato, pero siempre les había faltado lo visual, problema que resolvieron anoche. Con un peculiar telón detrás de ellos y una gigantesca pantalla, el grupo dio imagen a sus melodías usando todo tipo de visuales, desde ellos mismos tocando vistos a través de una caleidoscopio, hasta varias pinturas de Remedios Varo.
“Ixtapa” fue muy bien recibida y sirvió para que Rodrigo tocara la guitarra usando una cerveza, presumiendo sus habilidades y conquistando a los fans. Siguió un extenso e imponente solo de guitarra de Rodrigo, en el cual hasta bromeó con la audiencia incorporando pedazos muy pequeños de “Sweet Child O’ Mine” de Guns N’ Roses y “More Than Words” de Extreme.
“Juan Loco” sonó poco después y haciendo honor al nombre del tema, la audiencia se volvió loca y comenzó a saltar sin parar. Aquí Rodrigo dividió a la audiencia en tres grupos y ordenó que cada uno aplaudiera de diferente forma, creando así un nuevo ritmo para la canción.
Llegó otro imponente solo, ahora de Gabriela, y nuevamente dejó a todos con la boca abierta. Particularmente sorprendió la forma en la que usa la guitarra como instrumento de percusión y cómo sus ágiles manos logran crear todo tipo de sonidos que nunca pensamos escuchar de una guitarra. Amenazaron con despedirse e interpretaron “Buster Voodoo”, pero el público ni siquiera dejó que bajaran del escenario.
Rodrigo nuevamente empezó a hablar, ahora sobre el estado de la industria mexicana y agradeció a viejos amigos, pero antes de que pudiera clavarse, Gabriela lo interrumpió con la guitarra y comenzaron a tocar “Diablo Rojo”. El público quedó boquiabierto ante la interpretación de esta canción en la que los dos integrantes explotan sus mayores virtudes y las combinan para crear la que probablemente es su mejor pieza. Se despidieron, los fans gritaron a todo pulmón y en cuestión de un minuto o dos, el dúo había regresado al escenario.
Al volver, tocaron varios riffs metaleros, incluyendo un par de Metallica, desatando un fuerte alarido en la audiencia, de ahí poco a poco empezaron a subir el ritmo hasta que de pronto Gabriela y Rodrigo se encontraban en un duelo en el que, lo que uno hacía con las cuerdas, el otro lo hacía con el cuerpo de la guitarra. Eventualmente, el duelo llegó a la audiencia y Rodrigo tocaba un par de notas pidiendo que el público respondiera la misma melodía cantando.
El ejercicio resultó bastante divertido para los presentes y antes de que se dieran cuenta, ya estaban cantando la melodía principal de “Tamacun”. Con este tema Rodrigo y Gabriela armaron una gran fiesta en la que todos los asistentes bailaron al ritmo de dos guitarras.
Al finalizar la canción se despidieron de la audiencia y se retiraron del escenario no sin antes hacer caravana y recibir una merecidísima ovación.