Si no terminaste cubierto de cerveza o sudor y con moretones en brazos y piernas después de la presentación de Rise Against en el Pabellón Cuervo ayer, entonces no fuiste al concierto.
Lleno de moshpits, empujones no deseados y tipos que te gritaban en el oído las canciones, también fue una mezcla de energía que no daba tregua para descanso junto con el recuerdo de lo que alguna vez fue la escena hardcore de finales de los 90.
Tras la breve presentación de la banda mexicana Tungas, Tim McIlrath y compañía se subieron al escenario a las 9:40 de la noche, para dedicarles unas palabras a sus fans que los habían esperado desde 2010, cuando se presentaron en el Vive Latino.
Con los acordes del bajo de Joe Principe como intro, el público ya había perdido la razón y al escuchar que se trataba de “Ready to fall”, hasta los mayores de 40 que se pusieron hasta atrás de la pista decidieron entrarle al slam.
“Mexico. It feels good to be here. We love you and tonight we’re here for a very good reason: because of you”, fueron las palabras que el vocalista dedicó a sus seguidores antes de dar paso a más temas del estilo que los caracteriza: rápidos, potentes y desgarradores.
“Satellite”, “Awake too long”, “Architects” y “Help is on the way” fueron otros de los temas con los que el grupo demostró su poderío sobre el escenario y remontó a la época en que bandas como ellos, AFI o Bad Religion, le dieron un segundo aire al punk en Estados Unidos.
McIlrath aprovechó un break entre canciones para decirle al público que en tiempos donde vivimos racismo, sexismo y homofobia (haciendo una clara referencia al gobierno de Trump) hay canciones que no pierden temporalidad y así dio paso a “Welcome to the breakdown”, que fue uno de los momentos más aplaudidos de la noche.
El vocalista también agradeció la cantidad de amor que recibieron de la Ciudad de México y hasta presumió haber ido a las pirámides y aprender de la civilizaciones prehispánicas.
“Give it all”, I don’t wanna be here” y “Prayer of the refugee” fueron otras que se agregaron a las más coreadas. Y tras un breve descanso, regresaron para tocar algunos de sus temas más leves “Hero of war”, “People live here” y “Swing life away”, pero para no decepcionar a sus seguidores, dieron el gran cierre con dos de sus mayores éxitos “Tragedy + time” y “Savior” en lo que Tim definió como “el mejor concierto que hemos dado en esta gira”.