Reseña del concierto de Adrian Belew Power Trio

Estaba caminando por la Condesa cuando la lluvia comenzó a caer. Los locales estaban vacíos por la lluvia y no les quedó más que levantar las mesas y cerrar. Yo esperaba con ansias llegar al Plaza Condesa para descubrir…

Estaba caminando por la Condesa cuando la lluvia comenzó a caer. Los locales estaban vacíos por la lluvia y no les quedó más que levantar las mesas y cerrar. Yo esperaba con ansias llegar al Plaza Condesa para descubrir a uno de los más grandes guitarristas y músicos que mi sangre ha podido experimentar.

 

Belew, con una sola guitarra y su inseparable caja de repeticione, con la cual loopea frases sobre las que va construyendo piezas enteras, logra atmósferas multicolor. Y como lo especifiqué en un principio, con un solo instrumento, demostró su caracter y su capacidad en este gran concierto dedicado a  su amiga Rita Guerrero, a casi un año de su partida.

 

Adrian Belew Power Trio: un proyecto integrado por él en la guitarra y la voz, acompañado por una pareja de jóvenes múscos que parecían provenientes de cualquier otro ámbito, menos el musical. La bajista Julie Slick y el gran baterista Tobias Ralph (que parecía más un maestro universitario de literatura y que en ningún momento del concierto se quitó ni sus lentes ni si bufanda). Ambos, son descubrimientos de Belew en sus visitas al Paul Green School of Rock.

 

Bastó que aparecieran en el escenario para sentir que lo que venía era algo intenso, virtuoso, magnífico y muy poderoso. El show comenzó con b3-Writing on the wall, la gente enloqueció de satisfacción y sorpresa al ver los frescos y divertidos gestos de Belew, el cual a sus 62 años de edad, hace lo que cualquier adolescente sueña con hacer: jugar a ser músico, pero con la diferencia de haber logrado “jugar” con mostruos como King Crimson, Frank Zappa, David Bowie, Nine Inch Nails y los más grandes de los últimos 30 años.

Durante el concierto Belew fue protagonista y foco de atención para todos los asistentes que son sus smartphones, iPhones, iPad y demás celulares no pararon de grabar. Tocó 12 rolas y el concierto duró 2 horas de derroche de energía, virtuosismo, elegancia y brutalidad, dejando muy clara la maxima extensión de la palabra música.

 

La gente no se cansó de pedir rolas, especialmente de King Crimson, banda a la cual le ha dado voz y buena parte de sus armonías desde 1981. Dando gusto a su público, tocó una version muy libre de Dinosaur, enchinando la piel de todos. Para contrastar y equilibrio al concierto tocó Drive, con su homenaje a George Harrison y su famosa canción With or Within you, de influencia hindú. Para cerrar este concierto que pareció más un rito de entrega y reunion de sonidos brutales, nada mejor que despedirse con Thela Hun Ginjeet, canción hecha con King Crimson, solo para recordarnos que jamás dejará de ser un miembro de esta enorme banda.

NO MÁS SANGRE

Con estas palabras comenzó el consolidado bajista mexicano Alonso Arreola, quien tuvo la fortuna de ser el telonero de Belew, haciendo gala de su talento y de su virtuosa técnica para domar este increíble instrumento. Hizo violentos tappings además de armonías suaves con atmósferas envolventes, regresando con agresivas frases de punk, progresivo, pasando por jazz y presentando su nuevo proyecto “Alonso Arreola Solo Project”.

Él, solo en el escenario con sus instrumentos y su caja de loops, tuvo dos invitados de lujo: el poeta de lenguas indígenas Mardonio Carvallo y Dan Zlotnik, sax bajo. En ambos casos el resultado fue fresco y vigoroso, haciendo de su nuevo proyecto un muy divertido y solvente concierto de 40 minutos, cargado de energía y de rechazo a la violencia en nuestro país (y a un borracho incómodo dentro del público).

 

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