Evanescence regresa al Palacio

Ayer en la noche Evanescence se presentó por tercera vez en el DF, esto como parte de la gira en promoción de su tercer álbum homónimo. Aquí les decimos lo bueno, lo malo y lo feo del concierto: Lo…

Ayer en la noche Evanescence se presentó por tercera vez en el DF, esto como parte de la gira en promoción de su tercer álbum homónimo. Aquí les decimos lo bueno, lo malo y lo feo del concierto:

Lo bueno

El público se lleva el mayor aplauso de la noche, canción tras canción corearon cada palabra. La audiencia estaba llena de todo tipo de gente, desde adolescentes hasta oficinistas entrados en los cuarenta, pero eso no importó porque todos entregaron todo. Es el primer concierto en un buen rato en el que vemos más puños que cámaras arriba.

Amy Lee es una buen frontwoman y gracias a sus bailes, sacudidas de pelo e impresionante voz (que no erró una nota a lo largo de todo el concierto) logra convertirse en un personaje único, sin embargo tiene un encanto que va más allá. El público la idolatra por el simple hecho de estar ahí, cualquier cosa que haga o no haga, no importa, desde el primer segundo sobre el escenario ya tienen a la audiencia en su bolsa. La prueba de esto fue cuando sacaron el piano y el público gritó al unísono con sólo verla sentarse enfrente del instrumento.

Los mejores momentos de la noche llegaron con “Bring me to Life” donde la audiencia completaba las frases de Amy Lee, “Call Me When You’re Sober” donde casi todas las fanáticas presentes cantaron al mismo tiempo logrando dar escalofríos. Pero el mejor de todos fue el cierre con “My Immortal”, donde la cantante se robó el corazón de los presentes y demostró que compuso una de las mejores power ballads de los últimos años.

Cuando entrevistamos a Amy Lee, nos dijo que todo el arte del disco tiene que ver con vapor y contrastes de luz. La idea fue muy bien adaptada al show en vivo, donde una gran iluminación y un par de proyecciones replicaban esos contrastes y creaban esa imagen de vapor como fondo para la banda.

También cabe destacar a los teloneros, Miró, fueron una agradable sorpresa, ya que a pesar de que no tienen un sonido similar al de Evanescence lograron ganarse al público. Dentro de su set destacó un cover a “Nubes” de Caifanes en la que la banda interactuó con la audiencia llevándose un fuerte aplauso.

Lo malo

El sonido no estuvo del lado de Evanescence, desde hace varios meses el Palacio de los Deportes no había dado mayor problema pero por alguna extraña razón ahora lo volvió a hacer. Había canciones en las que no se podía distinguir bien el sonido de los instrumentos, todo parecía una pared de ruido que opacaba el piano y la propia voz de Amy Lee. Afortunadamente esto no fue un gran problema, sólo se manifestó en un par de canciones.

Lo feo

Con todo lo anterior, el concierto duró una hora con veinte minutos, la verdad es que ya son un grupo que da para tocar más. El setlist tampoco fue el mejor, interpretan casi todo el último disco y unas cuantas de los dos anteriores, uno o dos sencillos extra no hubieran caído nada mal.

Veredicto final

Evanescence es una banda con una gran frontwoman y unos fans leales y entregados, y eso repercute en sus conciertos en vivo haciendo que sean un buen espectáculo. Con esa combinación es seguro que tendremos Evanescence para rato.

Setlist

What You Want

Going Under

The Other Side

Weight of the World

My Last Breath

Made of Stone

Lost in Paradise

My Heart is Broken

Lithium

Swimming Home

Sick

The Change

Call Me When You’re Sober

Imaginary

Bring Me to Life

Oceans

Never Go Back

My Immortal

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