Peter Murphy es una joya que se pule en cada producción. El inglés gusta de reinventarse, de mantenerse activo, fiel al ideal de que el arte es la respuesta a las necesidades de la sociedad y, a sus 58 años, sabe que eso buscan sus fans chilangos… ¡arte!
Nunca ha sido de grandes audiencias, el “rey de las tinieblas” prefiere foros pequeños e íntimos como el Plaza Condesa, donde pudo desplegar sus alas acústicas —no del todo—. Enfundado en una vestimenta blanca, bellos acordes dieron pie a Cascade, Secret e Indigo Eyes y los “darks” cuarentones desplegaban su vista y oídos al escenario.
Marlene Dietrich’s Favourite Poem es exquisita, una balada del mítico Deep de 1989 fue el detonante para que los tres músicos que lo acompañaron bajaran telón. El recuerdo de David Bowie en la mente de Peter John Joseph Murphy sigue intacto, Bewlay Brothers (Hunky Dory) hizo que la atmósfera se tornará en penumbra.
De escasas palabras, el ser vampiresco prefiere el lenguaje corporal, teatral. King Volcano, Kingdoms Comimg y Silent Hedges hizo que los más de mil 800 almas oscuras retrocedieran 30 años, cuando Bauhaus era la prioridad del vocalista.
Un bajo, un violín, sintetizadores y un par de guitarras, el artífice del movimiento goth no necesita más que su imponente presencia y rasposa voz para mantener la atención.
Un encore muy breve, Lion y Three Shadows (Pt 1&2) dieron fin a 90 minutos de oscuridad. Aunque en el setlist estaban programadas Cuts You Up y Fall With Your Knife nunca llegaron.
Un fatigado Peter Murphy decidió retirarse, quizá dejé lo mejor de sus hipnotizantes acordes para hoy en Guadalajara.