Muriel Ebright es conocida por ser esposa de Randy, el baterista de Molotov y por participar en el reality show Lucky Ladies; sin embargo, también quiere que la reconozcan como actriz.
La entrevistamos en la Casa Corona de Tulum, como parte del festival Corona Sunsets, y nos platicó sobre sus planes profesionales y personales con Randy.
“Quiero hacerle ver a la gente que yo antes de casarme ya tenía una carrera; trabajaba, modelaba e hice miles de comerciales y cortos. También me casé muy chavita, a los 24, pero no por eso iba a dejar de trabajar o dejar de perseguir mi sueño”.
Con un diminuto bikini naranja, Muriel, de 29 años, apareció en la playa y fue una de las más fotografiadas de Casa Corona, donde se reunieron varios influencers y personalidades.
Apenas un día antes de llegar a Tulum, a Muriel le avisaron que había quedado en la obra de teatro Ojos Abiertos.
“Haré dos funciones la última semana de mayo, en el papel de Azul y haré la gira por la república. El director está contento conmigo”.
La puesta en escena es una comedia romántica y se presenta en La Teatrería. La actriz alternará este papel con Sherlyn y Mariana Ávila.
¿Qué opina Randy de sus proyectos?
(Que actúe) le encanta, a diferencia de Lucky Ladies, que por Molotov o él mismo nunca ha sido muy público, le… choca el programa por no decir otra palabra. Entonces al enfocarme en teatro o algún proyecto me apoya mil veces más porque es algo a lo que yo me preparé”.
Muriel es comunicóloga, modelo y tomó varios talleres de actuación.
Obviamente, con tantos proyectos laborales ninguno de los dos piensa en tener hijos.
“Decidí dejar de tomar anticonceptivos hormonales como para limpiarme, porque luego sí te ponen muy loca, si de por sí, nos estamos cuidando de una manera, y estamos conscientes de que si pasa pasa, pero ahorita estamos comprando una casa, (queremos) disfrutar la relación y viajar antes de decidir tener una familia más grande”.