La fría noche de sábado en CDMX anhelaba el calorcito del rap regiomontano Mc Davo, quien puso el flow y la entrega.
De principio a fin, la conexión que ha ido creciendo en estos años entre el rapero y su público se hizo notar con las manos en alto al ritmo que el beat marcaba, celulares que no querían perderse el momento y cubrebocas entre labios y barbilla que no dejaban de moverse.
Panteón Rococó: 25 años de trayectoria en el Foro Sol
Y es que esa admiración que el respetable chilango le mostró a MC Davo tiene su origen en la personalidad y carisma del regiomontano, quien aprovechó cada espacio entre canciones para manifestar su alegría de estar ahí, agradecer por ser tan bien recibido en la CDMX y bromear de vez en vez, lo que generaba una química única con el público (a destacar, la energía que no deja de manifestar en el escenario, iba, brincaba de aquí pa´lla).
Canciones mamalonas 2: letras sinceras, amorosas, fuertes y Warzone
Entre los éxitos rapeados en la noche, “Ya no hay nada”, “Vitamina” y “Andamos de parranda”; se dejaron escuchar en vivo, por primera vez en CDMX, algunos tracks del último disco del rapero, entre ellos el novel hit “La que decía que no”.
Acompañaron a MC Davo en la velada Milon Harf, con quien entonó “Gato negro”; Lamentablemente Flow, quienes recordaron “Cuando éramos felices”; Dharius, con el que jugó “Warzone Freestyle”, y C-Kan, que con su aparición el graderío estalló y con él el éxito “Préndete un Blunt”.
Mc Davo, buscador de talentos
Entre gorras y sudaderas con capuchas, el rapero eligió a un bato del público a subir y cantar, como segunda voz, uno de sus temas. Este fue, sin duda, uno de los momentos que seguramente marcará la vida del joven, a quien recompensó con la oportunidad de rifarse un tema de su autoría y con la frase “ruido para el colado”.
Qué noche la de anoche, el cubrebocas bien nos desapercibió de virus, olores y chimuelos, puso nuestros sentidos en la figura de MC Davo, quien volvió a demostrar que su carrera va en ascenso, gracias, no solo a sus éxitos, sino a su persona. No extrañamos a McDinero.
