Después de cuatro años en Nueva York, donde se presenta en sitios tan emblemáticos como el Jazz Standard o Dizzy’s –el club de jazz de Lincoln Center– Magos Herrera cantará en el DF, Guanajuato, San Miguel de Allende y Hermosillo. Más que una partida hacia aquella ciudad, la vocalista mexicana considera que lo de Nueva York fue una manera de expandir su territorio.
“Quien diga que el jazz ya desapareció está muy, muy lejos de la verdad”, asegura la cantante mexicana desde Nueva York, donde en los últimos cuatro años ha podido vivir este género como un movimiento sumamente globalizado, inclusivo, en el que caben propuestas tan diversas como Bienestan –el nuevo proyecto del compositor y arreglista argentino Guillermo Klein con el pianista Aaron Goldberg– o la del pianista Aaron Parks con el trompetista Terence Blanchard, de Nueva Orleáns.
“Lionel Loueke es de Benin, y aunque aquí toca con Herbie Hancock, en su proyecto como trío oyes África”. Y lo mismo sucede con el contrabajista de origen israelí Avishai Cohen, en cuyas creaciones, asegura Magos, “oyes todo el Mediterráneo”.
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Esa diversidad, esa osadía de los músicos de proponer un proyecto personal es precisamente lo que según Magos hace falta en México. “¿Quieres hacer jazz?, pues graba, haz proyectos, sal de gira; no nada más es cosa de ser buen músico, sino lo que tienes que decir”.
Y si bien celebra que México haya logrado salir de ese medioevo que le tocó vivir al inicio de su carrera, cuando el Arcano era prácticamente el único sitio para escuchar jazz en el DF, piensa que para la dimensión del país, y la cercanía con Estados Unidos, falta mucho para que seamos una industria real. “Pocos proyectos se graban a buen nivel; pocos proyectos están haciendo discos, realmente produciendo”. En otras palabras, el problema no es la falta de talento, ni siquiera de público, sino de propuestas.
Entre los músicos mexicanos que sí proponen, viene inmediatamente a la mente Eugenio [Toussaint], quien lamentablemente falleció a principios de este año; el pianista Mark Aanderud, la cantante Iraida Noriega y, aunque no es jazz, también lo que hace Paté de Fuá. “Lo más seguro es que no conozca a muchos”, reconoce Magos, y sólo tras la advertencia, se atreve a incluir en la lista a sus sobrinas, las jóvenes vocalistas Ingrid y Jennifer Beaujean.
Pero al parecer en Nueva York no hay de otra, o fortaleces tu voz propia, o te pierdes. Aquí Magos se ha visto orillada a explorar su mexicanidad -sin ser literal- y, sobre todo, a abordar la música como un instrumento, como una vocalista de jazz; una vocalista mujer. “En una ciudad con una energía tan masculina, tan competitiva como Nueva York, ser mujer ha sido el descubrimiento más bonito”, trata de explicar, pero la verdad es que para entenderlo, conviene más referirse a Azul, su último disco, el segundo que produce desde Nueva York.
Por si no conoces a Magos
Magos Herrera se pagaba la vida como estudiante de diseño de modas en Florencia cantando en barecitos de jazz. No fue sino hasta que se topó con la voz de una mujer que improvisaba en la calle cuando le quedó claro el lugar que el canto ocuparía en su destino. Hace 18 años se dedica a la música de tiempo completo, como vocalista de jazz, o de una versión propia del jazz. El próximo 14 de octubre se presentará en Horizonte Radio como parte de su gira en México, que incluirá conciertos en el Festival Cervantino, San Miguel de Allende, Hermosillo y el Festival Quimera de Metepec.
Detalles en: magosherrera.com