Han pasado 11 años desde que Love of Lesbian tocó por primera vez en México, pero cada regreso es emocionante, y más este que les da un nuevo reto. Y es que la banda española tocará por primera vez en el Palacio de los Deportes, aparte de un show íntimo en el Lunario del Auditorio Nacional.

Love of Lesbian viene con nuevas rolas

El pasado octubre la banda de rock española lanzó su nuevo álbum, Ejército de salvación. Es ya el décimo de su carrera y viene con una dosis de letras emocionales e intensas con las que es fácil conectar. Por ejemplo, “¿Qué vas a saber?” (su segunda colaboración con Amaral), “La hermandad”, “Contradicción” (con Rigoberta Bandini).

“Había una parte de mí que tenía la necesidad de centrarme no en una relación romántica, sino más bien en una de amistad. No hay tantas canciones que le rindan justicia, entonces pensé ‘sería un buen hilo del cual tirar’. Y teniendo en cuenta que somos una banda principalmente compuesta por amigos que convivimos mucho tiempo, era muy fácil tener contenido”, cuenta Santi Balmes, vocalista, guitarrista y tecladista.

México, su lugar seguro para arrancar gira

Afortunadamente, sus fans recibieron muy bien el nuevo material. Y ahora vienen a presentarlo en México, con dos fechas en CDMX: 9 de noviembre en el Palacio de los Deportes y el 11 del mismo mes en el Lunario del Auditorio Nacional.

“El hecho de tocar corazones tan lejos de casa es uno de los motivos por los que tomamos la decisión de empezar la gira en México. Las primeras veces era un salto al vacío y ahora es casi, casi una zona de confort, un sitio muy cómodo para presentar las nuevas canciones porque sabes que van a ser arropadas, un sitio donde la gente nos tiene tanto aprecio”, confiesa el guitarrista Jordi Roig.

Pero con todo y eso, la banda admite que se están echando un volado con su concierto del Palacio de los Deportes. Y es que será el más grande en México desde su primera visita en 2013.

“Los números o la capacidad que tiene un sitio como el Palacio de los Deportes abruma, y da un poco de miedo que no sabes cómo va a salir. Cada vez que hemos tenido la sensación de que arriesgamos, hemos acertado. Hemos acertado (pues) el público mexicano ha llegado y para nosotros es un paso más en esta historia, en esta relación que tenemos con México que no deja de sorprendernos cada vez”, dice Jordi.

El Caradura, tequila y tacos, por siempre con ellos

Dejando un poco de lado el reto del Domo de Cobre, los Love of Lesbian están emocionados por volver a CDMX. Y los recuerdos vienen corriendo a sus mentes, como el de su primerísimo concierto, que fue en conocido bar chilango ya cerrado.

“El Caradura ha sido el concierto más pequeñito que hemos hecho en México, pero el volumen de la gente, cómo gritaba el concierto entero. No parábamos de mirarnos y sonreír unos a otros durante todo el concierto porque no nos lo podíamos creer. Esa fue, creo, una de las sensaciones más especiales que hemos tenido en un escenario”, rememora Jordi.

Y esa misma noche pasó otra cosa que los une con este país. “El tequila forma parte de nuestra vida desde 2013. Llegamos, lo probamos y el ritual del chupito de tequila antes del concierto lo instauramos en el Caradura, y nos ha acompañado para siempre”, confiesa el guitarrista.

Pero, agrega Santi, también está la visita obligada a El Fogoncito junto al Hotel Camino Real. “Tenemos la superstición de ir porque fue de los primeros lugares donde empezamos a probar lo que es un restaurante mexicano”.

Si aún no tienes boleto, Santi dice que quien vaya a verlos tendrá una experiencia profunda con sus nuevas rolas. “No vamos a tener ningún tipo de piedad con respecto a nuestro terrorismo emocional, tanto si es para reír como si es para emocionarse”.

Mientras que a Jordi ya le urgen los conciertos pues “estar en el escenario y escuchar los temas de Love of Lesbian pero con ese acento, con esa pronunciación mexicana es algo que los endulza”.

Así que ya lo sabes: 9 de noviembre en Palacio de los Deportes, quedan pocos boletos en Ticketmaster. Y algunos afortunados los escucharán en el show íntimo del 11 de noviembre en el Lunario del Auditorio Nacional, ya con boletos agotados.