– Cuando Britney abrió el show demostrando que aquella foto de la alberca que subió a Instagram efectivamente tenía demasiado Photoshop. La cantante repasó -con playback- casi todos sus éxitos.
– Las lágrimas de Celine Dion cuando su hijo le entregó el premio Ícono.
– El tributo de Madonna a Prince cuando cantó Nothing Compares To You, después salió Stevie Wonder e interpretaron Purple Rain y se encendieron pulseras moradas en todo el público (como en la gira de Coldplay).
– Los gestos de Rihanna cada que la enfocaban en el público. No parecía estar disfrutando esta ceremonia de premios (o ninguna otra).
– El raro baile de Justin Bieber mientras cantaba Sorry.
– El video que Adele estrenó de la canción Send My Love y por el que varios bromearon que se había movido más que “otras cantantes que ya se habían presentado” (Britney y Demi Lovato).
– El mensaje de apoyo que Demi Lovato envió a la comunidad transgénero a través de su playera.
– El regreso de Pink a los escenarios (y a un columpio) o una de las presentaciones más espectaculares de la ceremonia con la canción Just Like Fire, que es parte de la banda sonora de Alicia a través del espejo.
– Cuando Rihanna decidió presentar la canción Love On The Brain y dejó a todos con las ganas de verla bailando Work.
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