Una propuesta que encontró en la nueva ola del post punk, la manera de integrar norteño mexicano
En el multiverso digital de la industria de la música, cada día escuchamos decenas de propuestas musicales nuevas. Sólo unas pocas destacan. Es todavía aún más reducida la que se diferencía de los sonidos occidentales que se atreven a romper con el molde; lo que se traduce a un repertorio limitado en la propuesta musical.
Y no es que haya algo malo en eso, para nada. De alguna manera, la cultura occidental nos ha enseñado a valorar la armonía que existe dentro de la música. Ha establecido el canon de la producción y la distribución. Vaya, la “industria musical”.
De hecho, no existe humano en la Tierra que no valore el gran aporte de los clásicos. Hoy en día aún se sigue hablando de la contribución y la importancia de los Beatles para el nacimiento de géneros como el britpop, el rock alternativo y hasta el indie.
Aún en todas esas propuestas, es común olvidar la música tradicional no occidental. La cual también es riquísima, porque sus melodías tienden a variar de una forma más libre en sus tonos. La música tradicional mexicana, por ejemplo, que cuenta con muchísima más autonomía para expresar la emoción en su composición, su narrativa y su ritmo.
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En ese sentido, resulta interesante hablar de un proyecto tan novedoso como el de La Texana. Un proyecto que mezcla melodías muy características de la música tradicional mexicana con un género extremadamente diferente, el post punk.
La Texana, lo mejor de dos mundos
La Texana, es un proyecto orgullosamente mexicano que surgió en plena pandemia. Josué Ramírez, un morro de 18 años, tuvo su primer acercamiento a la música con apenas 11 años. Dos años después, a los 13, ya había conformado su primera banda de punk en donde era la segunda voz y la guitarra principal.
Sus principales influencias son sin duda Joy Division y The Cure, pero también Depresión Sonora, mismas que no puede evitar evocar en su fresca propuesta y que le han servido para inyectarle un distintivo muy particular a sus canciones, las cuales han sido una gran revelación en la pandemia.
El bajo, las cajas de ritmo y los tonos opacos que suelen predominar en el género conocido post punk, o afterpunk, son respaldados por acordeones y trompetas que hacen que el sonido de La Texana lleve implícito el sello que rinde tributo a la cultura norteña.
La música regional mexicana, el sierreño, la música norteña y sus grandes exponentes como Carin León, Los Dos Carnales, Ariel Camacho, Intocable y Alta Consigna también están presentes en la influencia musical de La Texana.
“No me quites tu calor”, “El Ciego”, “Nunca He Sabido Amar”, “Bésame” y “¿Quién?” son algunas de las canciones con las que este originario de Baja California, debutó, mismas que ya están disponibles tanto en Youtube como en Spotify.