Un pequeño porcentaje de los miles de discos que se lanzan al año son verdaderas obras de arte, que terminan convirtiéndose en una parte de la historia de la música. Ejemplo de ello es Screamdelica (1991), el tercer disco de Primal Scream.
El grupo liderado por Bobby Gillespie, ex-integrante de The Jesus and Mary Chain, no era nuevo para el público inglés: Ya había lanzado dos discos (Sonic Flower Groove y Primal Scream) que habían conseguido un éxito moderado y que los había colocado como una de las nuevas propuestas del rock europeo.
Los primeros dos trabajos del grupo eran eso: puro rock, con ciertos toques pop que nos remitían a la época de los Rolling Stones. Pero, para su tercer trabajo, Primal Scream sufrió un cambio radical.
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No habían dejado de ser una banda de rock –al contrario– ahí seguía aquella influencia rockera que los dio a conocer (y que el grupo retomaría en álbumes posteriores), lo que sí pasó es que su sonido se expandió a nuevos horizontes.
Aprovechando la enorme popularidad que la música house obtuvo en el Reino Unido a finales de los ochenta y principios de los noventa, Primal Scream decidió experimentar con este género. Esta combinación que unía el dance con el rock ya se había escuchado en el movimiento del Madchester, pero Primal Scream lo llevó más allá. Lo convirtió en algo que podía colarse al mainstream.
Aliándose a una serie de productores, entre ellos el dúo The Orb y Andrew Weatherall, la banda logró fusionar el rock alternativo con los sonidos que sonaban en los antros de la época, creando un disco que trascendía todo tipo de barreras. Era música para la radio comercial, para las estaciones alternativas y para bailar en el antro.
Pero el Screamadelica no sólo era una mezcla de rock alternativo y acid house, dentro de su estructura incorporaba elementos de otros géneros que hacen de este disco algo todavía más único. Los beats electrónicos y las guitarras de los primeros discos de Primal Scream eran complementados por toques de música psicodélica y cantos gospel que elevan la música a un nivel casi espiritual, como es el caso de la épica “Come Together” o “Movin’ On Up”, encargada de abrir el disco.
Como apropiadamente lo dice el título de la canción “Higher Than The Sun (A Dub Symphony in Two Parts)”, el dub es uno de los géneros fundamentales de este disco. Una amalgama de numerosos géneros es lo que hizo único este disco, que sirvió para forjar la carrera de Primal Scream.
La cultura house que inspiró en gran parte el Screamadelica siempre fue asociado con el uso de diferentes tipos de drogas y esto claramente marcó las letras del álbum. A lo largo del disco hay múltiples referencias al uso de drogas y al viaje causado por éstas. Tal es el caso del sencillo “Higher Than the Sun” o “I’m Comin’ Down”.
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Los sampleos juegan un rol fundamental dentro de Screamadelica.
A lo largo del disco encontramos pequeños fragmentos de otros temas y grabaciones, como si hubieran recortado pedazos de todas sus influencias y los unieran para crear algo nuevo. Un ejemplo de esto es “Come Together”, donde aparecen partes de un discurso del político de Jesse Jackson. Otro ejemplo es “Loaded” que además de samplear diálogos de la película The Wild Angels, usa como base “I’m Losing More than I’ll Ever Have”, una canción del segundo disco de Primal Scream.
A 20 años de su lanzamiento, el Screamadelica se ha convertido en una pieza fundamental del rock de Reino Unido y ha sido nombrado por varias publicaciones como un disco clásico, uno de los mejores de los noventa.
Ahora para celebrar el vigésimo aniversario del álbum, Primal Scream está de gira. Este miércoles, la banda interpretará su obra maestra en el DF, en un concierto que será más que memorable. ¿Quién se perderá esta oportunidad de ver a una de las bandas más importantes de la música de Reino Unido? Nosotros no.
