Si algo quedó claro anoche en el Foro Sol; durante la primera fecha de Justin Bieber en la CDMX, es que el canadiense (al menos cuando quiere) y las beliebers chilangas no se andan con rodeos. Y es que si alguien esperaba que el show de la superestrella del pop mundial fuera una repetición de la insípida presentación que tuvo en Monterrey… Lo que se encontró en su lugar fue una potente primera escala en la capital mexicana con el recinto a reventar. Un Bieber con muchas ganas sobre el escenario; dispuesto a demostrar por qué su gira era es una de las más esperadas en México y una de las más exitosas de la actualidad.
CDMX, una historia muy diferente a la de Monterrey
¿Qué tendrán muchos de los shows en Monterrey previos a los de la capirucha que a todo mundo espantan?
Justo como ha sucedido en más de una ocasión (recientemente con The Strokes), la gente que acudió al Foro Sol llegó con muchas expectativas de lo que verían. Previo al concierto, tweets y mensajes en redes sociales provenientes de la Sultana del Norte aseguraban que Justin quedó a deber. Playback, coreografías a medias y ni hablar de nula interacción con los fans. Pero, ¿cómo culpar a los regios sabiendo que Bieber tiene fama de l’enfant terrible y tipo apático en el escenario?
Afortunadamente para las beliebers chilangas, en la CDMX todo fue otra cosa. Eran las 8:30 de la noche y apenas las luces se apagaron, el griterío estalló como un potente rugido.
“Justin, Justin, Justin”, gritaban cada vez más fuerte y más alto los asistentes. En su gran mayoría mujeres, adolescentes y niñas (otro gran grupo de asistentes fueron papás y novios complacientes); quienes le dieron amor sin mesura a su ídolo. Ese mismo que fue el primer amor de muchas y que algunas todavía presumen en sus fondos de pantalla o en pósters en sus cuartos.
Cinco minutos después, Bieber apareció elevándose desde una escotilla oculta en el centro del escenario y el show reventó cuando comenzó con “Somebody”. Sonriente y de muy buen humor, el cantante se vio decidido a dejar el playback para otra ocasión.
Le siguieron “Hold On” y “Deserve You”. Las cuales siguieron con una cantidad bastante generosa de fuegos artificiales que coronaron el enorme escenario que el canadiense desplegó en el corazón de Chilangolandia; uno lleno de luces y pantallas que vomitaban imágenes de todos colores.
Justin Bieber, un preacher del pop
“Estoy muy agradecido de estar aquí. Estar aquí se siente como estar en ningún otro lugar del mundo. Lo único que atino a decir es ‘te amo, te amo, te amo… te amo con todo mi corazón México”, dijo Bieber, para empezar a entonar las primeras estrofas de “Holy”. Una cruz de neón rosa apareció en el escenario y Justin se encargó de difundir la palabra del pop en medio de gritos en el coloso de Añil y Churubusco. Una marea de adolescentes con bríos burbujeantes se materializó en el graderío.
Después de un breve visual que nos mostró al canadiense al más puro estilo de Ethan Hunt, las luces se apagaron y Justin volvió a aparecer desde la escotilla del centro del escenario para regalar una tanda de éxitos del catálogo Bieber.
Un mensaje por la paz
“Where Are Ü Now”, “What Do You Mean?” y “Yummy” sonaron fuerte en el Foro Sol y las beliebers estuvieron incontenibles, brincando, bailando y dispuestas a no despegar la mirada del escenario donde Justin se hizo rodear de un séquito de bailarines para demostrar que el baile es uno de sus puntos fuertes.
El cantante le bajó las revoluciones al concierto con “Hold Tight”, “Love Yourself” y “Off My Face”. Tres rolas que las tocó acompañado solo de su guitarrista y que fueron aprovechadas para que muchas se tomaran selfies y descansaran después de tanto brinco. La energía fue creciendo de nuevo con “Confident”, “All That Matters” y “Honest”, pero cuando “Sorry” llegó, los ánimos estaban de nuevo a tope.
“En este mundo hay muchas fricciones y muchas injusticias (…) Pero nosotros podemos hacer la diferencia y hacer algo al respecto (…) Tenemos que permanecer juntos para hacer el cambio. Los amo mucho”, dijo Justin Bieber con ayuda de un traductor mientras él seguía en su papel de predicador de la paz; para después empezar con “As I Am”.
Un final a la altura de las expectativas
El momento emotivo de la noche llegó con “Lonely” y “2 Much”. De sus canciones más personales para Justin Bieber, quien se subió a una plataforma elevada para cantar sus hits. Las beliebers cantaron muy fuerte e inmortalizaron el momento con sus smartphones. En el coro, la canción dejó de ser de Justin para ser de ellas y dejar visiblemente conmovido al cantante que se llevaba la mano al pecho y dejar caer algunas lágrimas.
“Boyfriend” y “Baby” sonaron en la recta final de la velada y el Foro parecía que se iba a caer. Justin dejó de cantar en las partes en las que se concentró en el baile; pero a los fans poco parecía importarles que se escuchara el playback de fondo. Su ídolo estaba ahí, dispuesto a no dejar de lado los temas que lo lanzaron a la fama.
En el encore, Justin regresó al escenario armado con un piano y sus músicos para jammear durante 12 largos minutos; lapso en el que se lanzaron marejadas de gritos que decían: “¡Que se encuere, que se encuere, que se encuere!”. Justin no se levantó ni tantito la playera, pero lo que las fans tuvieron a cambio fue un combo de “Peaches” y “Anyone”. Canciones que le pusieron punto final a la velada de Justin Bieber en la Ciudad de México.