Todo comenzó cuando Justin Bieber publicó una foto con Sofia Richie, hija de Lionel Richie y quien presuntamente es su nueva novia.
En la imagen, el canadiense amenaza a sus millones de fans con poner su cuenta de Instagram privada si no dejan de atacar a la chica.
A Selena Gomez le pareció que esto fue un gesto grosero y lo puso en su lugar.
“Si no puedes manejar el odio, entonces deja de publicar imágenes con tu novia. Debería ser especial y quedarse solo entre ustedes. No te enojes con tus seguidores. Ellos te quieren y te apoyan desde antes que nadie lo hiciera”, escribió.
El pleito no quedó ahí y Justin respondió con una indirecta para su ex.
“Es gracioso como hay gente que me usó para tener atención todavía lo haga. Triste. Mucho amor. No estoy aquí para recibir el odio de nadie. Espero que sean amables con mis amigos y sí amo a mis beliebers”.
Qué triste que no se puedan llevar bien.