Son muy pocos los artistas que se atreven a experimentar con sonidos que rompen las barreras de la música convencional. Sin embargo, quienes lo hacen traspasan las barreras del tiempo y el espacio para abandonar su condición humana y transformarse en íconos.
Más aún, quienes logran hacer que la experimentación sea su esencia permanecerán vivos en la influencia de futuras bandas. Foals, definitivamente, se encuentra en ese punto. Su trabajo musical ya es un parteaguas dentro de la música y serán recordados por ello.
A pesar de que el trabajo visual en sus producciones es importante, significa sólo un plus dentro del concepto de la banda. La música de Foals tiene voz propia y no necesita de adornos superficiales.
Yannis Philippakis, Jack Bevan, Jimmy Smith, Edwin Congreave y Walter Gervers son los genios detrás del sonido de un conjunto inglés que, con sólo tres discos, suenan a sí mismos.
Esto es Foals:
Antidotes
El disco debut de la banda fue lanzado en 2008 bajo los sellos Transgressive Records y Sub Pop, en el Reino Univo y Estados Unidos, respectivamente. Ésta es una de las óperas primas más brillantes en la historia de la música británica, ya que la voz de Yannis, junto con las guitarras, crean una atmósfera única y perfecta. Un disco que debe escucharse con atención.
Una verdadera joya.
Total Life Forever
Los segundos discos siempre representan un gran desafío para cualquier banda. Todos los críticos están esperando condenar el sonido. Es un verdadero reto, sobre todo cuando tu primer trabajo es tan bueno.
Sin embargo, Foals sólo logró superar cualquier expectativa sobre su segundo trabajo de estudio. Total Life Forever es un disco que provoca emociones fuertes: lo mismo conduce a un lugar solitario como Spanish Sahara, que a un sitios lleno de calor y desencuentros amorosos como Miami. Fue presentado en 2010 y, a partir de ahí, la influencia de la banda en las nuevas bandas se empezó a notar.
Con este álbum, Foals logró convencer a todos sus detractores.
Holy Fire
Uno de los mejores discos de este año. Decir que Holy Fire es un disco perfecto sería demasiado subjetivo, sin embargo, lo que sí podemos afirmar es que representa un cambio dentro del camino sonoro de la banda que logró consolidarlos como una de las propuestas más importantes.
Con este álbum, Yannis logró desnudarse por completo. Las letras son desgarradoras, estridentes y directas. Como la explosión de una bomba letal, llegan justo al punto en que sólo la música nos puede salvar.
En esta producción, los británicos decidieron crear un sonido más sucio, en comparación de sus trabajos anteriores. Pero no por eso restaron calidad. Por el contrario, ofrecieron un disco que los conducirá a los grandes escenarios.
Foals se presentarán en Coachella y el 22 y 23 de abril en El Plaza Condesa, en la Ciudad de México. Donde podremos ser testigos de uno de los acontecimientos más improtantes dentro de la música.
