En una noche donde -sobre todo- los fans más acérrimos disfrutaron de su música, Fito Páez celebró con un intenso concierto los 30 años de su disco Giros. De paso demostró que México también es su casa al llenar el Teatro Metropólitan y ser ovacionado por los asistentes.
A las 20:40 arrancó con la canción que le da nombre al disco y entonces comenzó un viaje por la nostalgia. Interpretó todo el álbum y muchos vivieron el concierto completo de pie, agitando alguna bufanda de la selección argentina de futbol o cualquier prenda que tuvieran a la mano.
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“11 y 6”, “Cable a tierra”, “Taquicardia, uno a uno desfilaron todos los temas de Giros y Rodolfo Páez demostró que es profeta en México y que como artista se encuentra en plenitud. Invitó a quien el argentino calificó como una diosa, Ximena Sariñana para interpretar “D.L.G.”, toda una sorpresa para los asistentes.
¿Qué tendría que estar viviendo un chico de 23 años para componer a esa edad un himno como “Yo vengo a ofrecer mi corazón”? Canción que fue de las más ovacionadas en la noche, lo mismo que “Dale alegría a mi corazón”.
Vinieron otros clásicos como “El amor después del amor” o “Brillante sobre el mic” para después bajar el telón con “A rodar mi vida”, “Mariposa tecknicolor” y “Popotitos”. Otra gran noche para el argentino, con un fiel público que coreó el “olé, olé, olé, olé, Fito”, incluso cuando el músico ya había abandonado el escenario.
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