La noche comenzó con Mountain Man, un trío de chicas que también están en la banda de Feist, y que tienen un peculiar estilo de folk, prácticamente acapella. El trío fue bien recibido por algunos, pero otros optaron por platicar durante su presentación. Esto desató una serie de “shhhhts”. Las cantantes rieron y admitieron que los preferían hablando que mandando mensajes por su celular.
Interpretaron todo tipo de canciones, desde composiciones originales hasta temas tradicionales, en los que sólo usaban su voz o la guitarra. Después de aproximadamente media hora se retiraron del escenario y dieron paso al plato fuerte que llegó con una guitarra acústica como única compañía.
Feist subió al escenario para interpretar las primeras notas de “Undiscovered First”. El teatro se quedó en silencio, escuchando la melodiosa voz de la cantante. Pero cerca del final de este tema, su banda (que incluye a James Shaw de Metric y Charles Spearin de Broken Social Scene) cobró vida, y sorpresivamente comenzaron a tocar enérgicamente todo tipo de percusiones.
El público –boquiabierto– aplaudió y gritó recibiendo con brazos abiertos a la canadiense, quien dijo sentirse sumamente agradecida de finalmente tocar en México, y al resto de su banda.
Feist siguió interpretando temas de su último disco Metals, como el sencillo “How Come You Never Go There”, la frenética “A Commotion” –que en vivo sonó espectacular– y “Graveyard”, presentada con la historia de Míxquic que nos había platicado en nuestra entrevista. Desafortunadamente ninguna de las anteriores logró mayor reacción en la audiencia, que permanecía prácticamente callada, no sólo durante las canciones sino en el inter.
Las cosas retomaron el ritmo cuando Feist soltó su éxito “Mushaboom”. Pero no fue la versión que todos conocemos, esa que aparece hasta el cansancio en los comerciales, aquí fue reinterpretada al estilo de Metals, casi minimalista. El público respondió enérgicamente, retomando así el ritmo con el que empezaron las cosas.
Antes de “So Sorry”, la integrante de Broken Social Scene demostró sus conocimientos de geografía de la ciudad al improvisar una canción en la que le pedía a las personas que vivieran en la Condesa, Roma, Polanco y Chapultepec que cantaran cierto tono. El público respondió con un grito, en lugar de con una tonada, lo que la llevó a repetir la dinámica.
“So Sorry” fue hasta ese momento una de las más coreadas de la noche, tanto que el público logró opacar la voz de la canadiense y su trío de coristas.
Feist tomó un caracol y lo hizo sonar al puro estilo de los rituales prehispánicos, e inmediatamente interpretó una pesada -casi rockera- versión de “My Moon, My Man”, que nuevamente sorprendió y emocionó a la audiencia que no dejaba de corear el apellido de la cantante.
Después tomó un pequeño diccionario del cual sacó la frase: “Lo siento, todos”. El público –confundido– la observó; ella trató de decir la misma frase pero con otras palabras. En realidad lo que la cantante quería era anunciar su siguiente canción: “I Feel It All”. Esta versión fue bastante fiel a la original y logró que los fans comenzaran a aplaudir al ritmo de la melodía, mientras bailaban en su lugar.
Este trío de temas fue uno de los momentos más memorables de la velada.
Antes de una gran versión de “The Bad in Each Other”, Feist reveló que había estado grabando el video de la canción en México. Y antes de “Comfort Me” habló sobre la leyenda de que el Fru Fru está embrujado e incluso pidió que aparecerían los fantasmas, agregó -finalmente- que el último nivel del teatro estaba reservado para ellos.
Un par de canciones después, se despidió. Pero no tardó en regresar.
Al volver, sólo acompañada de una guitarra eléctrica y uno de los integrantes de su banda en la batería, Feist interpretó una cruda versión de “When I Was a Young Girl” que arrancó suspiros a más de uno. Siguió su cover de “Sealion”, también muy alterado de la original que aparece en The Reminder: aquí las percusiones se vuelven el punto central y transforman la canción casi en un tema tribal.
Para terminar el primer encore de su set, Feist invitó a que el público subiera al escenario, con la condición de que bailaran lento y en pareja al ritmo de la música. Obviamente casi todos los que subieron hicieron caso nulo y pasaron un buen rato ignorando la petición, optando por tomarse fotos con la cantante.
Rodeada de decenas de fans, interpretó una emotiva versión de “Let It Die”; mientras, posaba para las fotos sobre el escenario. Al terminar la canción, una fuerte ovación cayó sobre ella, pero se creó un momento incómodo: ella debía salir del escenario y sus fanáticos no la dejaban. Entonces comentó sobre la intensidad del fan mexicano y logró escaparse.
Llegaron aplausos y gritos nombrando a la cantante, lo cual hizo que el viejo y desgastado teatro temblara. En cuestión de segundos, y con sólo una guitarra en mano, Feist regresó al escenario, ahora para interpretar “Intuition”, para la cual recibió ayuda de los asistentes.
Al finalizar, la cantante dio las buenas noches y reafirmó su cita con el público al día siguiente.
La intérprete ve sus canciones de una forma única y peculiar, lo que le permite deshacerlas para rearmarlas con nuevos sonidos y formas, asegurando así no caer en la repetición. También tiene un carisma y un humor innato. Hubo por lo menos unas cinco o seis veces en las que voluntaria o involuntariamente logró sacarle una carcajada al público.
Pero más allá de eso, sus canciones en vivo tienen una intensidad y vitalidad que no se percibe en el disco. En vivo logra repetir todos los sentimientos de sus álbumes, pero agrega toda una gama de nuevas sensaciones y sonidos gracias a su impecable interpretación.
Ver a Feist en vivo es toda una experiencia, y si pueden no deben perdérsela.
Setlist:
Undiscovered First
How Come You Never Go There
A Commotion
Graveyard
Mushaboom
The Circle Married the Line
So Sorry
My Moon, My Man
I Feel It All
Honey Honey
The Bad in Each Other
Anti-Pioneer
Comfort Me
Caught a Long Wind
Get It Wrong, Get It Right
When I Was a Young Girl
Sealion
Let It Die
Intuition