DLD
El escenario principal del Vive Latino es un espacio que debe ser tratado con respeto. Ahí, los artistas están destinados a entregarse en alma y cuerpo al público. Sin embargo, los de DLD no lo hicieron.
Los satelucos salieron a tocar y ya. Ofrecieron una presentación bastante floja, con pocas sorpresas y nula entrega al público. A pesar de ello, los congregados coreaban las canciones y brincaban al compás de sus rolas. Por momentos, el público se mostraba más emocionado que la banda en sí.
Los Auténticos Decadentes
Qué importa la ausencia de nuevo disco de los Decadentes desde hace tres años, si cada vez que el inconfundible grito de guerra ¡Vamos DF saltandooo! suena en la capital, el público se entrega.
Los atuendos estrafalarios y una gran oferta visual (pantalla) anunciaron una hora de música cumbianchera y ska con la que el público se quitó el frío y ahuyentó las pequeñas lloviznas que aparecían de vez en cuando.
Y no quedó más remedio que disfrutar a ritmo de La Prima Lejana y Cómo me Voy a Olvidar mientras se consumaba la sexta aparición de la banda en el Vive Latino.
Porter
El regreso de Porter fue, quizás, el gran momento de la noche. Los músicos salieron al escenario principal con atuendos brillantes y eléctricos que hacían un marco perfecto con su música y los visuales al fondo. Verdaderamente lograron hacer un cuadreo perfecto.
Juan Son y compañía lograron hacer que cientos de personas corearan las canciones que jamás olvidamos, a pesar de su larga ausencia en la escena. Verdaderamente tuvieron una presentación impecable. Un gran regreso.
Los temas Host of a Ghost, Vaquero Galáctico y No te encuentro fueron coreados con gran alegría. Y cuando Juan Son anunció que Espiral sería la última de la noche, los fans enloquecieron. Porter regresó a reclamar el lugar que les pertenece dentro del rock nacional.
Yeah Yeah Yeahs
Ellos fueron la banda más esperada de la noche. A tal grado que lograron reunir a más de 60 mil personas. Todos esperaban ansiosos un set digno de recordar.
La presentación de la banda empezó con Cheated Hearts canción que todos celebramos. Parecía que la noche estaba en ascenso, sin embargo el ritmo bajó cuando presentaron canciones del álbum MOSQUITO.
Algo hace falta en la banda y se notó en la noche de ayer. Ese espíritu rebelde y peligroso que caracteriza a Karen O pasó totalmente desapercibido durante su presentación. Extrañamos a la mujer que se vuelve loca en el escenario, que hace trizas las canciones y sonríe para presumirlo. Ayer, parecía que Karen estaba más preocupada en posar para las fotos que en demostrar a las 60 mil personas presentes por qué eran anunciados como el acto principal del viernes.
A pesar de que el setlist estuvo lleno de éxitos como Zero, Heads will roll y Miles Away, no lograron prender al público como en años anteriores. Incluso, en algunos momentos se podía escuchar el murmullo de la audiencia, que dejaba a un lado la actuación de los neoyorquinos.
Underworld
Se está convirtiendo en costumbre, apartarle un pedazo del festival a la corriente electrónica que siempre está vigente en la preferencia musical internacional, por eso, este año tocó la visita de Underworld para iluminar con su juego de luces el escenario principal del Vive.
Los beats que sonaron se dedicaron a calentar a los presentes que sufrieron hasta antes de bailar con los británicos y se prendieron con la iluminación e imágenes en pantalla.
No hubo modo de escapar al exorcismo que causaron temas como Born Slippy y Always Loved a Film, al fin que siendo el primer día de actividades, aún había energía de sobra.