El negro es tu color favorito. Entre tus libros se esconden algunos de Poe, Lovecraft, Guy de Maupassant, The Perks of Being a Wallflower y, quizá, The Catcher in the Rye. Son esos textos con los que te identificas porque nadie te comprende y, obvio, porque amas a los clásicos. Qué asco ser como los demás. ¿Por qué comportarse como la sociedad te dice que te comportes si tú eres un ser diferente? Ah, qué bonito es estar en un cuarto oscuro en donde tú eres el rey. “King Jeremy, the Wicked, oh, ruled his world”.
Son las horas después de una fiesta. Maldita fiesta interminable. Personas que odias y otras que no odias, pero que preferirías no ver. Pero, ni pex, algunas veces tienes que cumplir con el compromiso dizque social. Para convivir, te chutaste algunas chelas. Ni siquiera te gusta la cerveza, pero era indispensable para estar con los otros güeyes insoportables. Para ver guapas a las mujeres.
Si tan sólo supieran cuánto te cagan.
Tu cama parece ser la salvación. La oscuridad, las cobijas, esa película ochentera que estabas empezando a ver cuando te dijeron que ya habían llegado por ti. Por fin puedes regresar a tu misa negra. Las tinieblas se yerguen sobre ti y las abrazas como la niña que abraza a su osito favorito. Recuerdas el vaso rojo que trajiste de la estúpida fiesta. Lleno hasta más de la mitad con algún alcohol que desconoces. El acompañante perfecto. Entonces empiezan las carcajadas.
Cementerio de Mascotas se formó en una adolescencia perdida. Los sentimientos, sensaciones y pensamientos que cruzaban la mente en la secu o la prepa, regresan en forma de canción. Para que de una vez por todas digas todo lo que quisiste decir, y callaste por temor a ser rechazado. Son los primeros encuentros con el alcohol, cuando ni siquiera estás seguro de querer tomarlo y, sin embargo, para encajar lo haces. Aquellas fiestas cuando las muchachas se empezaban a ver cada vez más guapas, pero en las que ni te volteaban a ver. El rechazo persistente e ineludible.
Óscar Rodríguez es como el Mago de Oz de Cementerio de Mascotas (y también de Matilda Manzana). El hombre detrás de la magia. Con el lo-fi como bandera, el reverb como lenguaje y el Do It Yourself en la playera, Óscar organizó todo desde una habitación. Las ventajas de la tecnología. 8 horas, dice que se tardó en grabar y masterizar el After Party EP. Más o menos lo mismo que dura una buena fiesta, o una insufrible cruda, depende de la óptica. El arte estuvo a cargo de Ivonna Buenrostro, cuyo trabajo pueden checar por acá mero. Y pa’ las presentaciones en vivo, reclutaron a la banda pesada de la escena mexicana; por un lado, en la lira está Sonny del D.D.A, Arantxa Castro quien debuta en una banda a cargo del bajo, y Carlo Cuadro en la bataca. Las tumbas están completas. Las mascotas están enterradas.
¿Nos vamos a lanzar a la próxima tocada que tengan o les da miedito?
Escuchen y descarguen gratis su EP debut, y dejen salir a su #EmoDeLaColonia