Retratos fieles del quehacer capitalino aderezados de picardía y tonos dicharacheros fueron el legado de las canciones famosas de Chava Flores. En este conteo haremos un recorrido por los momentos que todo chilango ha vivido alguna vez en el ajetreo cotidiano de la CDMX.
A 33 años de su muerte, recordamos a este compositor nacido en el mero corazón de la Merced. Pero no nos pongamos tristes, porque si algo caracterizaba a Chava era de ese humor livianito y natural en sus composiciones.
Canciones famosas de Chava Flores: escenas de la vida capitalina
¿A qué le tiras cuando sueñas, chilango? ¿Que la línea 7 del metro va a toda velocidad y vacía? ¿Que puedes gorrear a gusto en los XV años de la vecina? ¿O que el velorio del barrio terminó en tremenda celebración, digna de una crónica capitalina?
El folclore de las canciones de Chava Flores no dejaba escapar situación alguna en el ex Distrito Federal. Todo escenario, problema social, pifia vecinal o andares sabatinos eran el terreno ideal para unos versos bien cantaditos.
“Los gorrones”
Hasta en las fiestas más popof uno se encuentra con esta fauna capitalina, que sin duda también hemos ejercido con singular alegría ¿o no? Eso sí, tampoco faltará quién alerte a los festejados para “esconder botellas y platones”.
“Retrato de Manuela”
A pesar de que en estos tiempos modernos ya no es necesario ir a un estudio para sacarnos fotos very nice sí que hemos buscado al amigos, al primo, a la persona de confianza que nos haga paro con unas tomas y encuadres para triunfar en Instagram. “Clic clic clic, el reatrato ya salió”, unos filtros y ¡listo!
“Cerró sus ojitos Cleto”
La muerte de un ser querido siempre es tema delicado, pero cuando de música, rimas y baile se trata, el tono de lo lúgubre puede tornarse festivo. De las letanías y los rosarios pasamos al comelitón, los chíngueres y la plática sabrosita entre los asistentes. Un clásico que al menos una vez en la vida nos ha tocado presenciar.
“Gato viudo”
Las súper lunas que hemos disfrutado en la CDMX son parte del escenario ideal para los gatos que a las 3 de la mañana les parece buena idea salir a echar pleito o a romancear. ¿Cuántas veces no hemos tenido que soportar tremendas serenatas de felinos tristes, bravucones o impertinentes?
“La casa de la Lupe”
Qué mala suerte cuando llegan visitas sin avisar. Uno tan tranquilo en la comodidad de su casa: ropa por aquí, trastes repartidos por todas las repisas, burro y plancha a media sala y la cama sin hacer. ¡Alto ahí fisgón! Si viene a criticar, ¡a su casa váyase a sentar!
“La esquina de mi barrio”
La nostalgia se hace presente cuando rememoramos la anatomía de nuestras colonias y barrios de la infancia: la tiendita, la farmacia donde nos íbamos a echar el cambio de las tortillas, los puestecitos de garnachas infalibles y los vecinos que ya hasta plaza cuando echaban el cotorreo.
“Los quince años de Espergencia”
Bodas, quince años, bautizos, entre otras festividades eran (o son) pretexto para cerrar las calles de la colonia, armar tremendo fiestón con banda y comida al por mayor. No importa si eras el vecino de saludo matutino, seguro tenías invitación de honor para estos convites.
“Voy en el metro”
La inauguración del metro fue todo un acontecimiento en la Ciudad de México, sin embargo hay situaciones que 52 años después siguen vigentes: los bultos que no dejan salir a los usuarios, los empujones al entrar o el gentío que se hace en algunas estaciones o correspondencias.
¡Ah! pero eso sí ¡qué rapidote! y qué barato es en comparación con otros medios de transporte. Confirmen.
“Sábado Distrito Federal”
No importa si ya no se llama así, su esencia se mantiene en el ajetreo sabatino que fluye en los andenes de la línea 2 del metro, en el congestionamiento vial sobre Circuito, Reforma o 20 de Noviembre o en el sofocante calor de las calles peatonales que los paseantes, comerciantes o comensales atiborran desde bien entrada la mañana.
¡Éramos felices y no lo sabíamos!
“Los pulques de Apan”
¡Uf! Que su Burra Blanca, que Los Pulques Finos de Popocatépetl, que La Hija de los Apaches, unos pulquitos bien fríos en compañía de la banda era todo lo que se necesita en una tarde de buena cháchara después del trabajo.
No importa si le entras directo al pulque natural o comenzabas la jornada con un curadito de avena, lo que vale la pena es la convivencia y permanencia de esta bebida que ya ha quedado inmortalizada en canciones populares.
Y mientras la nostalgia nos lleva por el buen camino de los recuerdos, aquí te dejamos un retrato de Chava Flores y su relevancia como el cronista no oficial de la Ciudad de México.
Cuéntanos cuál de las canciones famosas de Chava Flores es tu favorita.
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