Ni el clima, ni el cansancio de los asistentes al segundo día del Vive Latino impidieron que las voces se unieran en el escenario Indio para corear “¡Caifanes… Caifanes”!, mientras hacían su aparición.
Muchos fanáticos aún tienen presente el emotivo reencuentro de la banda hace 4 años, justo en la edición de 2011 de este festival. Caifanes ya tenía un nuevo reto: superar esa presentación.
Saúl, Alfonso, Sabo y Diego fueron apareciendo uno a uno en el escenario y la multitud ya no podía con la euforia.
De los fans reunidos para escuchar un concierto más de esta leyenda del rock nacional se veía una buena mezcla entre chavos y chavorrucos que esperaban ver lo mejor que tenía Caifanes para esta noche.
Los acordes de “Los dioses ocultos” y la voz de Saúl dieron comienzo al concierto: todo estaba listo. Siguieron más éxitos de los que ya conocemos. Luego Saúl dijo a la masa que hace tiempo Caifanes estaba en busca de una identidad, tanto en la música como en México, y que para encontrarla debían preguntarse si estaban vivos. De ahí nació “Cuéntame tu vida”.
Ya pasada la mitad de la presentación, Saúl quiso pedir un favor a la “raza”: “Pido 43 segundos de silencio, por nuestros 43 hermanos, 43 segundos por los inocentes y por la injusticia”. El silencio apareció junto con un reloj que contó segundo a segundo el tiempo.
“Aviéntame”, “Mátenme porque me muero” y “Perdí mi ojo de venado” fueron las rolas más coreadas.
Faltaban pocos minutos para el final establecido cuando Saúl agradeció con un “El aplauso es tuyo, raza, no para Caifanes” y entonces se fueron.
No pasaron ni tres minutos de gritos y súplicas de los asistentes para que regresaran al escenario entre aplausos y ovaciones. Siguieron así con “Nubes” y “La negra Tomasa”.
Del nuevo material nada se oyó, pero si algo está claro es que hay Caifanes para rato y sin duda éste fue uno de los mejores conciertos de este día.
