La CDMX conquistó tanto Benjamín Walker que se volvió chilango por decisión propia, tiene música inspirada en este país y colaboraciones con colegas mexicanas. Sobre eso y más, platicamos con él previo al lanzamiento de su canción “Días que no lloro” con Silvana Estrada y su show en Bajocircuito.
El Libro Abierto de Benjamín Walker
En 2019 Benjamín Walker y su productor Javier Barría trabajaban en su nuevo álbum. Ya listo para sacarlo, comenzaron las noticias de que habría que hacer cuarentena, misma que terminó siendo un año y medio de pandemia encerrado en casa en Chile. “No se me hizo el ánimo de publicar este disco”, confiesa.
Durante el encierro, el cantautor, quien se describe como sensible, entró en pasajes emocionales oscuros. Eso influyó en que su disco cambiara, modificó canciones, sacó unas, incluyó otras, y el resultado acaba de salir con el título de Libro Abierto.
Sobre el disco, el chileno explica: “Tiene que ver con el concepto de estar atento al presente. Atender a la página que tenemos enfrente independiente del desenlace. Lo único cierto es lo que tenemos de frente. (En) La pandemia para mí la consigna fue aprender a vivir el presente a punta de supervivencia porque hacer planes no era viable, estar muy pegado en el pasado también era un lugar peligroso emocionalmente”.
Al final quedó en un conjunto de 11 canciones sobre 11 relatos con un hilo conductor que es el viaje emocional por el que pasó; uno de ellos llamado “Quiero verte hoy”, con la mexicana Vanessa Zamora. En resumen, este material es “variopinto, agridulce. Y el agridulce puede ser rico, puede ser un plato agridulce muy bueno, quizá no es del gusto de todos, pero sí es un disco muy ecléctico”.
El hidden track con Silvana Estrada
Como Benjamín considera que su libro aún no termina, le agrega una página más con “Días que no lloro” con la mexicana Silvana Estrada. Un hidden track, como lo describe él, que saldrá este 14 de abril.
“La canción es casi como un pregón, es un argumento muy breve, y es casi un riesgo”, dice, y explica que es porque optó por hacerla corta a pesar de la cierta estructura que hay en la industria discográfica. “Sentía que el argumento ya se daba junto a una artista tan poderosa como Silvana, que para mí es de las mejores exponentes de la música hispanohablante hoy en día en el mundo”.
¿Por dónde nos lleva en esta canción-relato? “Habla del ciclo, del patrón, de pensar que estamos dando por hecho un sentimiento que obviamos, que damos por sentado. Por eso días que no lloro, días que ya no me encuentro con el llanto, pero que puede llegar a tomar formas distintas a lo largo de tu día. Puede renacer sin previo aviso, hacerte entrar en el riesgo de caer de nuevo en algo que ya daba uno por superado”.
Por cierto, cuenta que un amigo en común le regaló a Silvana Brotes, el segundo disco de él. Ese mismo día ella le mandó un mensaje donde le contaba que llevaba ocho estaciones del metro encantada con sus canciones. Benjamín ya ubicaba su música, así que el comentario fue un gran halago. Posteriormente ella lo invitó a abrir un concierto en la CDMX en 2019, y comenzó su amistad.
Benjamín, Vanessa, Silvana… y el Desierto de los Leones
Para el video se fueron a una zona boscosa de la CDMX. De hecho, este clip y el de Vanessa Zamora se hicieron ahí con el realizador audiovisual Cristóbal de la Cuadra.
“Fuimos al Desierto de los Leones, un lugar precioso, y ese mismo día grabamos ‘Quiero verte hoy’ junto a Vanessa Zamora durante el día, y en la noche con Silvana. Ella nos acompañó todo el día, de hecho los coros de ‘Quiero verte hoy’ canta también Silvana.
“Cuando ya llegó el momento de grabar con Silvana, empieza una tormenta fuertísima con rayos, relámpagos. Ya que estamos en este modo tan caótico prendimos la chimenea, grabamos la canción a la antigua, a un micrófono enfrente de los dos, mirándonos a la cara cantando”, relata Benjamín Walker. Por lo que la emoción de ambos sintiendo la letra y el momento quedó bien plasmada.
Benjamín Walker, tan flechado por México que se mudó a la CDMX
Además de estas colaboraciones, su disco Libro Abierto incluye el tema “Acapulco”, escrito en el puerto, y otros tracks que reflejan su flechazo con México. “Por algo me vine a vivir acá, por esta relación en la que yo venía de tour, y en la que sinceramente nunca quería volver a Chile. Nada contra Chile, pero México te envuelve tanto que todo se te hacía poco. Entonces ya vine con flores y le dije a México ‘casémonos’, y estoy viviendo acá”, cuenta con una sonrisa.
¿Y cómo ha sido vivir en la CDMX?
“Ha superado todas las expectativas. Tenía susto de que uno cuando viene como turista se lleva la mejor parte, sólo pasarlo bien, no te toca el día a día, el camión de fierros todos los días. Y para mi sorpresa todas las cosas que me voy encontrando en México cada vez me gustan más.
“Estoy viviendo en el centro, ya tengo mi mercadito donde almuerzo en la San Rafael, me compré una bicicleta en la que recorro la ciudad; yo ando mucho en bici. En Chile lo haces mucho, y lo primero que me compré llegando a Ciudad de México fue una bici. Me encanta sentir que la conozco cada vez más”.
Por cierto, justo antes de hablar con Chilango, Benjamín subió por las escaleras un sillón que se compró en La Lagunilla. Además cuenta que llegó en agosto de 2021 y “ya voy sacando mi credencial de chilango” porque no tiene para cuándo irse. “Vamos a hablar de muchos años en los que yo viva acá”. Y si siente nostalgia por Chile, se va a Cuernavaca a visitar a sus familiares que residen ahí.
Entre tortillas y jardines chilangos
¿Qué ha sido lo que más se ha vuelto parte de tu menú?
“Bueno, mi refrigerador lo único que tiene son tortillas. Si llego tarde a casa, ya me acostumbré que la tortilla es el vehículo en el que me puedo comer lo que haya. Un paquete de frijoles, ahí siempre hay queso, voy probando cosas distintas, verduritas, champiñones, alguna carnita que otra”. Agrega que al principio sufrió un poco, pero “digamos que mi sistema inmune se volvió chilango también”.
¿Tienes ya tus rincones o lugares favoritos en la capital?
“Sí, aquí cerca de casa tengo un lugar que se llama Tacos Gabriel, que me encantan, de los mejores pastores que he comido en la ciudad. Hay un rincón al que voy seguido, que es donde me saqué una foto con Silvana Estrada que ya publiqué en mis redes sociales, se llama Jardín 17 y queda en la San Miguel Chapultepec o muy cerca”.
Cuenta que este espacio diseñado por Luis Barragán lo conecta con Chile, pues su abuelo también era arquitecto. Y que a su llegada a la CDMX iba mucho a leer, escuchar música, y hasta escribir canciones. “Es precioso y se volvió un rincón en el que voy a pasar mucho tiempo conmigo mismo en la Ciudad”.
Creo que eres el primer chileno que en ningún momento de la conversación ha dicho “cachai”. ¿Ya dices más palabras chilangas?
“Me acostumbré a tener un switch de atenuar mi acento chileno, porque cuando recién llegué de vuelta de la gira, hace unas semanas atrás, me puse a hablar en chileno. Venía llegando de Chile y me paraban mucho, me decían ‘pues, güey, en realidad no entendí’. Entonces tuve que obligarme a bajarle velocidad, a bajar los cachai y atenuar un poco mis modismos chilenos”.
¿Ya tienes alguna palabra mexicana o chilanga favorita o que uses mucho?
“Sí, me encanta decir ‘un chingo’. O chido, también me gusta mucho. Y lo divertido es que como que lo uso con acento chileno, chido, hay un chingo, cachai, como una cosa muy rara”.
Para seguir creando momentos memorables en su nuevo hogar, la CDMX, Benjamín Walker dará un concierto de su Libro Abierto Tour este 30 de abril, en el Bajocircuito. “Va a ser un tour muy pretencioso, ambicioso. No va a ser el mismo show en todos lados porque esta primera tanda en México es para reconectar con el público”, explica.
Además el 29 de abril cantará en Puebla, el 1 de mayo en Querétaro abriéndole a Alex Ferreira, y el 5, 6 y 7 en Veracruz. Posteriormente viajará a España, Perú, Argentina, Chile, y a fin de año dará otros conciertos en lugares más grandes de la CDMX y el resto de México.