Todas las modas regresan: Pokémon, las Spice Girls, Caló, los Backstreet Boys y también Simple Plan.
Los fans de toda la vida del grupo de pop punk dirán que nunca se fueron; sin embargo, su concierto de anoche en el Pepsi Center fue de pura nostalgia de principios de siglo.
“Vamos a volver a nuestra primer canción de nuestro primer álbum”, dijo Pierre Bouvier antes de que sonara I’d do anything. Y la misma euforia se sintió cuando tocaron Im just a kid, Crazy, Jump y Shut Up, por mencionar algunas.
El público estuvo conformado por jóvenes en su mayoría, pero no faltaron los adultos con uniforme de oficina, o papás con sus hijos.
Asistentes que, a diferencia de otros conciertos, se supieron todas las canciones del setlist, incluyendo las de Taking One For The Team, su último disco lanzado apenas en febrero de este año.
La sorpresa fue cuando el grupo hizo un cover de Uptown Funk, de Bruno Mars, y Can’t Feel My Face, de The Weeknd, temas para las que pidieron que las mujeres se subieran en los hombros de sus acompañantes, como en los festivales musicales. Las chamarras de piel de muchos asistentes parecían ahora un estorbo para bailar al ritmo de los éxitos de la radio. Después de este momento, varios jóvenes salían de la zona más cercana al escenario con el pelo mojado de sudor y rostros de cansancio de ser aplastados por los fans extasiados de cualquier movimiento de los músicos y especialmente de Pierre, o por estar ahí desde que abrieron el recinto y cuando tocó Finde, el grupo que abrió el concierto.
El grupo no paró de hacer referencias a lo mucho que ama venir a México, al decir que el show de la Ciudad de México era el más grande de todo su tour, que las chilangas son las más bonitas, al romper una piñata y celebrar lo bueno que es el tequila, también aprovecharon para sacar la bandera mexicana y usar un sombrero.
Después de casi dos horas, Simple Plan cerró con Perfect, su tema más popular, probablemente, y ahí fue cuando las parejas aprovecharon para abrazarse, grabar el momento con su celular o besarse y salir del Pepsi Center en medio de una tormenta.