La creación de música con un solo instrumento no es común en la actualidad, atrás han quedado ciertos rasgos de virtuosismo y experimentación y se han cambiado por el uso de toda una ‘maquinaria’ para manufacturar sonidos.
Trey Gunn, Alonso Arreola y Michael Manring nunca han sufrido anemia o falta de hambre para buscar nuevos bríos musicales; la experimentación, versatilidad y el atrevimiento de utilizar técnicas complejas los hace expertos en crear especialidades ‘culinarias sonoras’.
El Foro Roberto Cantoral se convirtió en un lugar de famélicos comensales, ávidos de probar nuevos platillos llenos de notas que esculpieran un cierre mágico del Alterna Jazz.
El rasgueo constante del bajo de Arreola dio pie a ‘The Crab’, donde la Warr Guitar de Gunn comenzó a explotar su infinidad de sonidos al emular unos tambores mientras Manrig servía como acompañante, el resultado: Una asombrosa fusión de sonidos e incesantes vuelos armónicos.
Acto seguido, Trey Gunn abandona a su ‘doncella’, Arreola cabalgaba en su bajo al lado de Manring y ‘C de Cielo’ anegaba los oídos de los más de 800 asistentes que se dieron cita en el recinto de Coyoacán.
Arreola jugueteaba con una crónica de vida reciente; la repetición de beats, un silbido constante, el uso del beatbox , distorsiones del bajo a gran velocidad y rayo de luz púrpura amalgamaron ‘Sueño/Talando/Fluxus’.
Otra fusión, ‘Raíz/Seis Letras/The Kid’ mostró influencias étnicas, una sutil cadencia brotaba de los dedos de Arreola en cada nota.
Una mujer gritaba a lo lejos, Arreola respondió, “Si muero, dejad el balcón abierto” La poesía de Federico García Lorca fue aderezada por las cuerdas de su bajo; mientras ‘Morfina’ y ‘Reversa’ fueron clara referencia a Jaco Pastorius y el homenaje a Totoro desplegó la madurez que ha obtenido en instrumento a través de los años.
Trey Gunn apareció como un ente sin rumbo; al lado de Arreola mostraron a un público ávido de nuevos sonidos las enseñanzas que les dejó su viaje a Mali en una improvisación con un par de ukuleles.
Gunn en solitario, comenzó a elaborar un rompecabezas de sonidos, las ilimitadas posibilidades de su Warr Guitar rindió frutos electrónicos y con clara referencia a su pasado con King Crimson.
Tehillim, homenaje a Steve Reich muestra la versatilidad que posee Gunn y el por qué ha sido considerado por músicos del más alto calibre. Aunque ya no toca de pie por las dolencias que sufre en las muñecas, el talento y evolución en sus ejecuciones no va en decadencia.
“Me encanta venir a México en especial a esta ciudad, ustedes son una de los mejores públicos en el mundo”, afirmó el texano, quien incluíso, a pesar de su semblante recto y serio comenzó a bromear con los asistentes.
El alma de Marcus Miller rondó por las manos de Michael Manring; con intensidad y soltura agregó tres actos de su autoría. Un solo de gran calidad ejecutado en 15 minutos, donde incluso coqueteó por instantes con ‘Born To Be Wild’, demostró por qué debería ser parte del olimpo musical a perpetuidad.
Arreola-Gunn-Manrig cerraron con un sublime platillo hecho por ‘cocineros’ de alta alcurnia musical, un festín lleno de melodías e improvisaciones dignas de un banquete para reyes bautizado: ‘Música sin categorías’.
1.- The Crab (Arreola, Gunn, Manring)
2.- C de Cielo (Arreola)
3.-Sueño/Talando/Fluxus (Arreola)
4.- Raíz/Seis Letras//The Kid (Arreola)
5.- Balcón (Arreola- Lorca)
6.- Transfusión 1: Morfina/Interludio (Arreola)
7.- Reversa (Arreola)
8.- De como Totoro Venció al Demonio del Alba, Mientras los Obreros Levantaban un Monumento Fallido (Arreola)
9.- Harmatán (Arreola-Gunn)
10.-Improvisación 1 (Gunn)
11.-Tehillim/Homenaje a Steve Reich (Gunn)
12.- Improvisación 1-2-3 (Manring)
13.- Selene (Manring)
14: Improvisación Trío (Arreola, Gunn, Manring)