Aczino nos cuenta de su chamba y sobre Flow Mexa, un podcast dedicado a desentrañar la historia del rap mexicano.
Su trabajo está respaldado por títulos internacionales como el mejor improvisador de habla hispana. Pero eso no lo hace exento a las críticas y de eso nos habló en entrevista.
Mauricio Hernández, mucho mejor conocido como Aczino, es algo así como el Thanos mexicano del freestyle: un rapero que lo ha ganado todo en su disciplina hasta coronarse como máximo representante del rap improvisado. Pero, si acaso eso parecía suficiente, hay que decir que para el “acz” no lo es, ya que constantemente busca expandir sus horizontes en esta práctica.
Prueba de ello es que actualmente se encuentra emprendiendo un proyecto nuevo. Esta vez, como el presentador de Flow Mexa, un podcast dedicado a desentrañar la historia del rap mexicano. Una historia que, dicho sea de paso, vale la pena contar porque, a pesar de la popularidad que han ganado las batallas de rap en los últimos años, se remonta a décadas atrás.
“Yo ya tenía muchas ganas de hacer un podcast, de hacer un proyecto propio donde yo llevara el orden de la información y la esencia del programa. Y creo que lo conseguimos muy bien: buscar gente muy empapada de conocimiento e historias increíbles”, señala el oriundo del Los Reyes, Estado de México.
El programa de Flow Mexa explora los antecedentes de este movimiento musical remontándose hasta su origen: el Bronx neoyorquino y su viaje hasta llegar al municipio de Neza, de donde surgió la mayoría de los grupos de la vieja escuela mexicana.
Sin embargo, Aczino también buscó profundizar todavía más, yéndose hasta las tradiciones orales de improvisación (décimas, sones y huapangos) para dar un mejor contexto de esta práctica junto con sus invitados.
“Yo sabía que para eso no había alguien mejor que Danger AK, quien ha trabajado mucho respecto a la historia de la improvisación; con él he ido a muchos festivales de improvisación en el país”, cuenta en entrevista.
El trabajo del rapero vs las críticas
Como en todas las disciplinas, el freestyle no está exento de críticas ni “haters”, asunto al que Mauricio, de alguna manera, ya está acostumbrado. De hecho, varias de estas le llovieron cuando se atrevió a trabajar para una marca de supermercados.
Dicha situación, lejos de incomodarle, le ha dado pauta para seguir consolidando su nombre: “nuestro trabajo y nuestra seriedad se nota en el momento en que rapeamos. Realmente podemos actuar, hacer publicidad, hacer muchas cosas que van de la mano cuando te vuelves algo tan grande como pasó con el freestyle”, explica.
Como él mismo cuenta, su trabajo no puede limitarlo solamente por atender a las críticas: “¿qué van a decir de mi? Pues van a decir que cobraste un montón de dinero, que viviste de tu chamba. Hay quienes lo ven como si estuvieras mendigando, pero es todo lo contrario”, puntualiza.
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